Indice Político.
Francisco Rodríguez.
Tristemente célebre para Veracruz fue la utilización del mecanismo financiero llamado “la licuadora” que consiste en depositar todas las participaciones federales en una cuenta concentradora y de ahí repartir los dineros para asignarlo con objetivos diferentes para los que fueron etiquetados.
Dicho entuerto administrativo fue el favorito del duartazgo para desviar alrededor de 65 mil millones de pesos, tal como lo ha documentado la Auditoría Superior de la Federación. El pretexto para hacerlo, de acuerdo al propio Duarte, tiene que ver con un déficit presupuestal permanente. Por lo tanto, el dinero federal se utilizaba para subsanar el día a día. Y claro, muchos de esos recursos fueron desviados a cuentas personales de los involucrados, lo que dio pie a una nueva generación de millonarios. Tal, incluso, al actual administrador general de Aduanas, Ricardo Ahued, a decir que “hasta el más pendejo de los duartistas tiene avión”.
Nada cambió durante el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares. También recurrió al perverso método para “meterle mano al cajón” con la pretensión de no dejar huella. Hoy el Órgano de Fiscalización Superior estatal, ha presentado las correspondientes denuncias que no habían sido tomadas en cuenta, en virtud de que el removido fiscal, Jorge Winckler, obedece a los intereses de la yunicidad.
Pero volviendo al sexenio de Duarte, uno de los personajes centrales de estos movimientos ilícitos fue la ex oficial mayor de la Secretaría de Educación local, Carol Jessica Moreno Torres, quien en estos momentos está prófuga de la justicia por tales tropelías. Carol es hermana de Jesús Moreno Torres –fallecido el pasado mes de abril–, quien junto con Juan Manuel del Castillo, ex titular de las Finanzas estatales, fueron de los principales operadores financieros de Javier Duarte.
Justamente, en los corrillos políticos, se afirma que del Castillo fue el encargado de acercar a las causas priistas a Pedro Arturo López Obrador que, además, fue pareja sentimental de Carol Jessica.
Sigue funcionando “la licuadora” de recursos federales
Aunque los hermanos Moreno Torres –la ex cuñada de AMLO y el fallecido–, así como Del Castillo y Vicente Benítez (otro ex oficial mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz), han sido mencionados en indagatorias de las fiscalías estatal y General de la República, llama la atención que un personaje vinculado a ellos esté operando con plena libertad y el visto bueno de sus superiores en la multicitada secretaría de Educación.
Se trata de Jesús Obcejo, un oscuro personaje con un largo y cuestionado historial administrativo en la SEV (con uno de sus socios de nombre Edgar, se encargaba de vender plazas por una a los aspirantes a “educadores”), ha estado en las áreas de Educación Especial, Recursos Financieros, Pagos y también fue el secretario particular de la ex cuñada de AMLO, Carol Jessica, cuando fue oficial mayor, por lo cual es de llamar la atención, que, a pesar de esto último, haya sido nombrado director de Contabilidad y Control Presupuestal a recomendación de la subsecretaria de Educación Básica, Maritza Ramírez, y con el visto bueno del titular de la secretaría Zenyazen Escobar, en contra de la voluntad de la actual oficial mayor, Ariadna Selena Aguilar Amaya, que es posición del secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán.
Pero la designación no fue fortuita, Zenyazen y Maritza habrían recurrido a Obcejo, con la intención de echar a andar “la licuadora” morenista de cara a las elecciones del 2021. Para tales efectos, hay instrucciones precisas de que las aportaciones federales sean ministradas de la secretaría de Finanzas y Planeación al propio Obcejo, pasando por alto a la propia oficial mayor y al área de Recursos Financieros, lo cual va en contra de las reglas de funcionamiento o , más claro, es ilegal.
Así pues, a pesar de que el gobernador Cuitláhuac García, ha sido enfático en condenar la corrupción y decir que no la permitirá, justamente uno de los integrantes de su círculo íntimo –muy íntimo–, Zenyazen Escobar García, activó el mecanismo ya comentado.
El detalle está en que dichas participaciones federales, bajo control de Obcejo y quien sólo le reporta a la subsecretaria de Educación Básica, están etiquetadas para compensaciones, mantenimiento de planteles y compra de materiales, pero hasta el momento, no se ven reflejados en tales menesteres, por lo que ya un grupo de especialistas averiguan el destino del dinero para documentar los presuntos desvíos.
Muy pronto, algunos integrantes de la 4T en Veracruz mostraron el cobre, por lo que buscaron asesores avezados en las triquiñuelas para iniciar sus “guardaditos” o ¿se podría explicar de otra forma que Obcejo esté enquistado en la oficialía mayor con patente de corsario?
Bien haría Esteban Moctezuma en pedirle un informe a su recomendada.
