- Cáncer cervicouterino continúa como un problema de salud pública a nivel mundial .
- Víctor Acevedo Sánchez, del ISP-UV, ofreció conferencia en el marco del Seminario de Investigación en Salud Pública .
José Luis Couttolenc Soto / Fotos: Omar Portilla Palacios
16/01/2025, Xalapa, Ver.– Víctor Acevedo Sánchez, adscrito al área de investigación biomédica aplicada del Instituto de Salud Pública (ISP) de la Universidad Veracruzana (UV), considera que la vesícula extracelular posibilita el diagnóstico o tratamiento del cáncer cervicouterino (Cacu), así como de otros tipos de cáncer o enfermedades.
El investigador fue conferencista en el cierre del Seminario de Investigación en Salud Pública 2024, en el que habló sobre “El papel de las vesículas extracelulares en el cáncer cervicouterino”.
Recordó que hasta 2022, entre los tipos de cáncer que afectan a la mujer, el Cacu continuaba ocupando el cuarto lugar a nivel mundial como incidencia de mortalidad; en México, la enfermedad ocupa el segundo lugar, sólo detrás del cáncer de mama, no obstante, destacó que este es un padecimiento prevenible.
Víctor Acevedo Sánchez ofreció la conferencia “El papel de las vesículas extracelulares en el cáncer cervicouterino
Al representar un problema de salud pública, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado en 2018 para eliminar la enfermedad.
En 2020 la Asamblea Mundial de la Salud, máximo órgano de decisión de la OMS, adoptó la estrategia 90, 70, 90 para alcanzar la meta al 2030: que el 90% de las niñas se encuentren vacunadas contra el virus del papiloma humano (VPH) antes de los 15 años; que el 70% de las mujeres sean examinadas a través de una prueba de alta precisión antes de los 35 años, y luego antes de los 45 años; que el 90% de las mujeres que sean diagnosticadas reciban el tratamiento adecuado.
Acevedo Sánchez apuntó que se han descrito diversos factores de riesgo de padecer Cacu, entre ellos: uso de anticonceptivos orales por largos periodos; haber parido varios hijos; inicio de vida sexual a temprana edad; múltiples parejas sexuales. Sin embargo, el VPH es el principal agente etiológico para que se desarrolle este tipo de cáncer, aunque también puede estar en interacción con microorganismos como el VIH, clamidia y otros patógenos de enfermedades de transmisión sexual.
En relación a las vesículas extracelulares, explicó que están delimitadas por una bicapa lipídica y no pueden replicarse por sí mismas por carecer de un núcleo funcional; de acuerdo a su origen y a su tamaño, se clasifican en tres tipos: exosomas, con un diámetro aproximado de 30 a 150 nanómetros; microvesículas, que se originan a partir de la membrana plasmática de la célula; cuerpos apoptóticos, que tienen su origen a partir de la membrana plasmática de la célula que se encuentra en apoptosis.
De la función biológica de las vesículas extracelulares, dijo que con el paso del tiempo se han descrito varias, entre las que se encuentran traslados de una carga de proteínas, ácidos nucleicos, lípidos, metabolitos e incluso orgánulos de la célula madre; se trata de una comunicación intercelular a través del transporte de las biomoléculas.
El investigador externó su confianza en que en un futuro no lejano las vesículas extracelulares puedan llegar a ser aplicadas en la medicina como tratamiento, diagnóstico o terapia.
En el cierre del Seminario de Investigación en Salud Pública 2024, participó también Elda María del Rocío Coutiño Rodríguez. En su plática, titulada “Resultados de la línea de investigación de toda una trayectoria”, compartió parte de su contribución a la investigación y en la formación de recurso humano en el área de la salud.
Como moderadora fungió Vianey Guadalupe Argüelles Nava, coordinadora de investigación del Instituto de Salud Pública.