Víctima de acoso cibernético dejó un terreno para construir un refugio de sobrevivientes de feminicidios

*La joven se quitó la vida y el delito se mantiene en la impunidad.

*Requieren apoyos para escriturar y construir el refugio.

/ Darío Pale /

08.03.2024 Xalapa, Ver.- Integrantes de la colectiva “Sobreviviente de feminicidios”, buscan construir un refugio de sanación por lo que solicitan donadores de apoyos para escriturar y construir en un terreno que dejó una joven víctima de acoso cibernético.

En entrevista las activistas de la colectiva dieron a conocer que están construyendo un sitio de retiro para mujeres que han sobrevivido a este delito, así como para otras que han sido víctimas de algún tipo de violencia o quienes la enfrentan en su lucha por los derechos de las mujeres.

“Queremos hacer ese espacio para que puedan ir a conectar, a reconectar con ellas mismas y, este es un espacio que dejó mi hija, mi hija se quitó la vida el año pasado, pero había comprado ese terreno, me lo dejó en un testamento”, contó la señora Alma Pimentel.

Recordó que su hija fue víctima de acoso cibernético por varios años hasta que lamentablemente no pudo soportar y en una profunda depresión terminó por quitarse la vida.

Mencionó que su caso aún está en investigación por parte de la Fiscalía General del Estado, pero aseveró que el espacio que su hija le dejó se quiere usar para encontrar esa paz que ella tanto buscaba.

“Ella enfrentó acoso cibernético hasta que no aguantó más y se quitó la vida, eso está en investigación en la Fiscalía General, su legado servirá para ayudar a buscar la paz que tanto quería”, refirió.

En este espacio se busca contar con el apoyo de médicas, psicólogas, a fin de que todas las mujeres defensoras de derechos humanos, activistas y general tengan un espacio de sanación.

El terreno se recibió en donación, pero aún hace falta escriturarlo para poder construir un lugar en donde médicas, psicólogas, defensoras de derechos humanos, activistas y víctimas, puedan acudir a un espacio de sanación.

“Un espacio de desconectarse de todo y estar ahí unos días. Lo que buscamos es que no solamente sea un refugio, sino que sea un espacio para cualquier mujer que desee acudir a éste”, aseveró Grace Luna, otra de las integrantes.

El terreno está ubicado en una comunidad del municipio de Jilotepec y para poder ayudar a la colectiva están solicitando recursos y se pueden conocer más datos a través de las redes sociales y por la campaña “papelito habla”.

El acoso cibernético contra las mujeres es un fenómeno preocupante y extendido en la era digital.

Se manifiesta a través de diversos medios y plataformas en línea, desde redes sociales hasta aplicaciones de mensajería, correos electrónicos y foros de discusión.

Este tipo de acoso puede tomar muchas formas, que van desde insultos y amenazas hasta el envío de contenido sexual no deseado, la difusión de información personal privada y la creación de perfiles falsos para difamar o acosar a la víctima.

Una de las características más alarmantes del acoso cibernético es su capacidad para cruzar fronteras y afectar a las mujeres en cualquier lugar del mundo.

A menudo, las víctimas se enfrentan a un acoso constante y persistente que puede tener consecuencias devastadoras para su bienestar emocional, mental y físico.

El acoso cibernético puede causar estrés, ansiedad, depresión e incluso llevar a las víctimas a experimentar pensamientos suicidas.

Es importante destacar que el acoso cibernético no solo afecta a las mujeres en un nivel individual, sino que también tiene implicaciones más amplias para la sociedad en su conjunto.

Contribuye a perpetuar y reforzar las desigualdades de género, alentando la cultura del machismo y la violencia contra las mujeres. Además, puede socavar la participación de las mujeres en línea y limitar su libertad de expresión, al hacer que se sientan inseguras y cohibidas para participar en espacios virtuales.

Para abordar el acoso cibernético contra las mujeres, es fundamental que haya una respuesta integral por parte de la sociedad, las instituciones y las plataformas en línea.

Esto incluye la implementación de leyes y políticas que protejan los derechos de las mujeres en línea, así como la promoción de la educación y la conciencia sobre el impacto del acoso cibernético.

Las plataformas en línea también deben asumir la responsabilidad de prevenir y abordar el acoso cibernético, mediante la implementación de medidas de seguridad y la creación de entornos virtuales más seguros y respetuosos.

En última instancia, combatir el acoso cibernético contra las mujeres requiere un esfuerzo colectivo y continuo de toda la sociedad. Solo trabajando juntos podemos crear un entorno en línea donde todas las mujeres se sientan seguras, respetadas y libres de acoso y violencia.