* El 46% de las hijas e hijos de las mujeres que solicitaron apoyo fueron víctimas de violencias en casa durante el confinamiento.
* 81% de incremento en el número de mujeres, niñas, niños y adolescentes atendidos en comparación al mismo periodo en 2019.
* El 8% de las niñas, niños y adolescentes fueron víctimas de violencia sexual mientras se quedaban en casa.
/Redacción/
Cdmx. 24 julio 2020.- La de Red Nacional de refugios determinó este jueves que las mujeres en México están enfrentando dos pandemias en México: el COVID-19 y las violencias familiares que han incrementado y lo siguen haciendo durante la etapa de confinamiento, “demostrando que el machismo, la misoginia y las violaciones a derechos humanos no están en cuarentena”.
La Red Nacional de Refugios, AC (RNR) señalan en un comunicado que han informado mensualmente a partir de que se declaró la contingencia sanitaria, el incremento en las atenciones y orientaciones brindadas desde que lanzaron la Campaña “Aislamiento Sin
Violencia, ¡No Estás Sola!” en el mes de marzo del año en curso.
Hoy, a 4 meses de continuar en confinamiento por COVID-19 y empezar a abrirse las posibilidades del regreso paulatino a una “nueva normalidad”, las violencias contra las mujeres, niñas y niños continúa en aumento, del mes de marzo a junio del 2020 la RNR ha brindado acompañamiento, atención integral y protección a 21 mil 74 personas a través de los Refugios integrantes, Centros de Atención Externa, vía telefónica y nuestras diversas redes sociales, representando un incremento del 71% de personas atendidas en comparación al mismo periodo del 2019.
Asimismo, se ha proporcionado orientación y atención a través de nuestras líneas telefónicas y redes sociales a 6 mil 475 personas, de las cuales el 73.63% son mujeres, el 16.13% instancias de gobierno y el 10.24% hombres, representando un incremento del 55% en comparación del mismo periodo del año pasado.
Las llamadas y mensajes de orientación y apoyo recibidos han sido de los 32 estados de la República Mexicana, concentrándose el 46% en la Ciudad de México y el Estado de México, seguidos del 29% de Chiapas, Coahuila, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Puebla, Sinaloa, Guanajuato y Veracruz. “Lo que muestra que los alcances de las violencias no
respetan límites territoriales, el machismo nos atraviesa a todas”, advierten.
Durante este periodo se han realizado también por parte de la RNR, 23 rescates a nivel nacional de mujeres y sus hijas e hijos que tuvieron que salir huyendo de sus casas en medio de la contingencia por la situación de riesgo que enfrentaban, de los cuales fueron: 7 en la Ciudad de México, 5 en el Estado de México, 6 en Morelos, Puebla y Chiapas (2 en cada entidad) y 5 en Nayarit, Guanajuato, Guerrero, Quintana Roo e Hidalgo (1 en cada entidad), esto independientemente de las referencias a los espacios de protección y los ingresos a Refugios.
Denunciaron que pse a la falta de presupuesto para cubrir los gastos emergentes que conlleva la pandemia del COVID-19 y las estrategias que debenn de implementar pre y post refugio, tanto para mitigar el riesgo del contagio como para promover el ejercicio de la ciudadanía de las mujeres que egresan de los Refugios en medio de una pandemia que las afecta diferencialmente por razones de género, los 69 espacios de prevención, atención y protección integrantes de la RNR han continuado de forma ininterrumpida.
“Apoyando a familias a restituir sus derechos, prestando servicios especializados con
perspectiva de género, derechos humanos y multiculturalidad. Atendiendo de marzo a junio a 14 mil 599 mujeres con sus hijas e hijos, lo que representa un incremento del 81% de mujeres, niñas, niños y adolescentes atendidos respecto al mismo periodo en 2019”.
Refieren que las violencias en los hogares durante el confinamiento son una problemática que afecta y transgrede también a la población infantil, muestra clara es que el 46% de las hijas e hijos de las mujeres que pidieron apoyo a la RNR fueron víctimas de violencias en sus casas durante el confinamiento; asimismo el 8% que representa a más de 500 niñas, niños y adolescentes que ingresaron a Refugio fueron víctimas de violencia sexual mientras se quedaban en casa para protegerse del COVID-19, lo que nuevamente evidencia que no todas las familias mexicanas son
espacios de fraternidad y, que las casas para muchas mujeres e infantes no son un espacio seguro.
Los tipos de violencias que mayoritariamente se perpetraron en este periodo reportado son, el 41.15% de las mujeres refirieron ser víctimas de violencia física, el 23.29% emocional, 5.46% económica y patrimonial y, el 3.63% sexual. Un dato que sobresale es que en el mes de junio hubo un incremento del 2% en las mujeres que fueron víctimas de intento de feminicidio, así como un aumento del 9% en las mujeres que refirieron ser víctimas de todas las formas de violencias (física, sexual, emocional, patrimonial y económica).
En los últimos dos meses (mayo y junio) registraron un fenómeno relevante, aunque existe un incremento del 52% en mayo y del 2% en junio en los mensajes y llamadas de auxilio, apoyo y orientación a la RNR en relación con los mismos
meses del año anterior, hay una disminución del 34%, en las llamadas y mensajes recibidos en comparación a los dos primeros meses de la cuarentena (marzo y abril 2020).
“Sin embargo, esto no es reflejo de una baja en las violencias familiares, al contrario, como lo hemos venido evidenciando y documentando, mientras más se alargue la etapa de confinamiento la vida de las mujeres y en su caso, la de sus hijas e hijos se encontrará en mayor riesgo, debido a que cada día se ven mayormente imposibilitadas a comunicarse y pedir auxilio al cohabitar con su agresor, diversas mujeres han mencionado que sus agresores les controlan los celulares y equipos de cómputo, aislándolas de redes de apoyo y limitando sus opciones de pedir ayuda” advirtieron.
Es para ellas un foco rojo y un llamado al estado mexicano y todas sus instancias en las 32 entidades federativas para que implementen acciones integrales, intersectoriales y con enfoque de género y derechos humanos que garanticen el bienestar y la seguridad de las mujeres, niñas, niños y adolescentes que están en riesgo dentro de sus casas.
Ante este asilamiento y control por parte de los agresores, se han incrementado en tan solo el mes de junio las llamadas y mensajes por parte de las redes de apoyo de las mujeres, de un 19% a un 31% del total de solicitudes, lo que significa que, 3 de cada 10 solicitudes de auxilio a la RNR fueron realizadas por amistades, familiares y demás personas cercanas a la mujer en situación de violencias.
Asimismo, es importante señalar que pese a que se han declarado algunos servicios como esenciales durante la pandemia por COVID-19, la realidad es que no todas las instancias gubernamentales están operando al 100%, esto lo reflejan los datos obtenidos en estos cuatro meses de confinamiento, en donde 2 de cada 10 mujeres que solicitaron apoyo a la RNR refirieron haber acudido con anterioridad a otra instancia estatal o municipal sin recibir la ayuda esperada.
De igual forma, el 4% de las mujeres que ingresaron a Refugio refirieron haber sido informadas en instancias gubernamentales que los Refugios no estaban operando ante la contingencia, logrando posteriormente llamar a la línea de la RNR a través de la cual fueron referidas.
Lo anterior refleja no solo que algunas instancias gubernamentales están rebasadas sino también la incapacidad de las y los servidores públicos, quienes deberían de informar profesionalmente y desde un enfoque de género a las mujeres sobre los mecanismos a los que tienen derecho e incluso ser ellos mismos quienes refieran y realicen los traslados de los casos, asumiendo la corresponsabilidad de estos, lo cual en diversas ocasiones no existe.
El COVID-19 evidenció y profundizó las diversas desigualdades que viven y afectan a todas las mujeres en este país.
Ante estos datos, que siguen demostrando el incremento de las violencias familiares y de género contra mujeres, niñas y niños hacemos un llamado urgente al Gobierno mexicano para que presente una estrategia para prevenir, atender, eliminar y sancionar las violencias contra las mujeres que contemple acciones puntuales, intersectoriales y
presupuestarias por encima de la austeridad republicana para atender los impactos y secuelas que el COVID-19 ha dejado y seguirá dejando en la vida de todas las mujeres mexicanas.