Por Yamiri Rodríguez Madrid
Quien está distraído de sus funciones desde hace casi un año es el fiscal veracruzano, Jorge Winckler Ortiz, en una férrea defensa por mantenerse en el cargo que le heredaron por 9 años.
Durante décadas la figura del Procurador –hoy Fiscal-, era la de un hombre de hierro, frío y contundente, aunque eso desde hace tiempo quedó atrás. El anterior, Luis Ángel Bravo Contreras, estaba más al pendiente del cuidado de su imagen física y, el actual, en tirarse pedradas, en los medios nacionales, con el Ejecutivo Estatal.
Tan solo este jueves, en uno de los noticieros radiofónicos de mayor audiencia en el país, el veracruzano tuvo tiempo de estar en el estudio con el conductor, para exponer sus razones del por qué, según él, le habían cerrado la puerta en una reunión del Gobernador, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y otros secretarios de despacho.
En otras ocasiones el abogado porteño ha hecho sus “carruseles” de medios nacionales para externar que desde la Fiscalía sí se trabaja y echar tierra a la Secretaría de Seguridad Pública, por lo que la ruta ya la tiene muy recorrida.
Es cierto que no es la primera vez que se dan este tipo de desencuentros, pero su actitud representa un insulto para todas aquellas familias que siguen esperando les llegue la justicia, pues pareciera le sobra el tiempo para estar bajo el reflector.
Como lo hemos venido diciendo, este pleito estéril en nada beneficia a los veracruzanos. Cuando hay desesperación y dolor en un hogar, como en muchos del estado, en lo último en lo que se piensa es en los partidos políticos, en sus diferencias o en las filias y fobias de los encargados de procurar seguridad y justicia a los pobladores.
Ojalá que con el mismo ahínco con que se buscan los espacios en los medios de comunicación y se preparan las líneas de defensa, se tocaran las puertas de todos esos hogares a los que no les han dicho qué fue lo que pasó con los suyos.
¡Menos show y más resultados por favor!
@YamiriRodriguez