/Yamiri Rodríguez Madrid /
Hace diez años, ver circular una moto por las calles de Xalapa era raro. Hoy, cuente cuántas ve en un semáforo. Debido a que el tráfico cada día se vuelve más complejo en la zona conurbada, muchos han optado por estos vehículos ligeros, aunado a los que han puesto sus negocios en dos ruedas, con el reparto de comida, tortillas, mensajería y hasta mandados. Súmele que el costo de las motos ha bajado y las facilidades para comprar una, aumentado. Hoy hasta el supermercado las venden.
Sin embargo, poco a poco las motos se han tornado en un grave problema para la ciudad; pese a que el reglamento los obliga a portar casco, chaleco antireflejante y, por supuesto, placas, el 90 por ciento de las unidades no pasa la mínima revisión. No traen espejos, van dos o hasta 4 personas en una moto y, lo peor manejan imprudentemente.
Supuestamente había operativos en diversos puntos de Xalapa. Banderilla y Coatepec para retener las unidades que no respetan el reglamento, aunque lo cierto es que les pasan por las narices a los agentes de Tránsito y no les dicen nada. No solo es molesto ir detrás de una moto, es hasta peligroso. Hay que echarles un ojo a las estadísticas anuales de accidentes para constatar cuánto han aumento los accidentes en que una moto se vio involucrada.
Es urgente que la autoridad competente tome cartas en el asunto pues muchas veces, cuando el tráfico está intenso, muchos motociclistas avanzan hasta por las banquetas, lo que pone en riesgo a la gente que va caminando, pero también, lo mismo rebasan por la derecha que por la izquierda, van a exceso de velocidad, como si gozaran de un permiso especial para manejar con impunidad.
Si se aplicara el reglamento al cien por ciento -y no solo para motociclistas, sino para coches y camiones-, la autoridad tendría en una primera etapa ingresos importantes por las multas, pero sería una forma de meternos en cintura y recordarnos, a la de malas, lo importante que es respetarlo y manejar todos, como debe ser.
@YamiriRodriguez
