Por Yamiri Rodríguez Madrid
A pesar de que cada vez Veracruz se acerca peligrosamente a los 20 mil contagiados por Covid19 y casi 2 mil muertos; aún con la advertencia del gobernador Cuitláhuac García Jiménez de que los hospitales comienzan a tener cada vez mayor ocupación de camas, la semana pasada en el Pueblo Mágico de Xico celebraron, en masa y sin cubreboca, a su santa patrona.
Nada ni nadie detuvo a xiqueños y a varios turistas para salir a las calles a bailarle a María Magdalena, confiados en que ella habrá de impedir que el Coronavirus los azote. Sin embargo, el último corte de la Secretaría de Salud en la entidad, en dicho municipio había ya más de 30 casos, 5 muertos y casi media docena de sospechosos, pero ni eso los detuvo.
Eran largas filas en la carretera, durante varios días, para llegar al lugar: coches particulares con 4 o 5 personas a bordo, taxis y camiones, todos intentando llegar a Xico. En las redes sociales circularon infinidad de videos mostrando la romería sin precaución alguna para evitar los contagios y, el Ayuntamiento, aplicó la fantasmagórica.
La presidenta municipal priista, Gloria Galván, brilló por su ausencia y ni el mínimo intento hizo por suspender o posponer los festejos, temerosa de que una decisión responsable le pasara factura política en 2021 a su hija, que aspira a seguir los pasos de mamá. Teocelo, su vecino, ha sido de los pocos municipios cuyo alcalde, Mario Chama Díaz actuó de manera firme y responsable y pospuso su fiesta para mejores tiempos, cuando esto pase.
Desafortunadamente, no es el único punto de la geografía veracruzana y nacional donde la devoción puede más que la vida misma y, entre más se extiende el confinamiento por la creciente emergencia, la gente parece que menos respeta y aunque le pongan vallas, sigue saliendo.
Así, nadie se debe sorprender cuando la próxima semana se registre un pico en los casos de contagios por la irresponsabilidad de la gente y la negligencia de la autoridad municipal.
@YamiriRodriguez
