Por Yamiri Rodríguez Madrid
Hasta la década pasada, en Veracruz había una efervescencia por ocupar las carteras de las dirigencias juveniles de los partidos políticos. Sin importar la ideología partidista, la gran mayoría de ellos hacía mucho ruido en demanda de espacios en las contiendas; sin embargo, los jóvenes políticos maduraron en edad y nadie se formó detrás de ellos.
Pareciera que la formación de cuadros nuevos es un problema que aqueja a todos los partidos políticos veracruzanos. No hay, en este momento, una veracruzana o veracruzano, menor de 29 años, que se destaque en la política, que se esté moviendo por una diputación local, vaya, hasta complejo resulta encontrar los nombres de quienes dirigen las juventudes en el PRI, en el PAN, en el PRD o en Morena.
Se trata de un desafío que se presenta a punto de entrar en la contienda electoral, dado que tendrían que llevar jóvenes en las candidaturas, pero que garanticen el triunfo y, eso, en este momento, pareciera imposible.
Antaño salían a dar conferencia de prensa sobre los problemas que aquejan a este sector poblacional, buscaban espacios en los medios de comunicación para darse a conocer. Hoy, aunque los problemas siguen siendo los mismos –la violencia, la necesidad de mayores espacios en universidades, el empleo, entre un largo etcétera-, pareciera que permea o una gran indiferencia o, peor aún, desconocimiento de lo que sucede en nuestros municipios y en el estado.
Tristemente no se ve la formación de una próxima generación de políticos veracruzanos –después de una que nos salió bastante mala, pero que ya están alcanzando sus 50 años-, y la que una subsiste tampoco es una maravilla. Tienen ahí la oportunidad los partidos de revivir sus escuelas de cuadros, de salir a buscar a los próximos votantes, a los universitarios, a todo aquel joven que se interese por hacer un cambio verdadero en Veracruz y en México. Urge sangre nueva en cada instituto político y un cambio de chip en la mayoría de ellos.
@YamiriRodriguez
