*Su Espíritu Abandonó Temporalmente el Monumento a la Independencia
*Está Indignado Porque les Están Enseñando la Trampa Electoral
*Ellos y los Superdelegados Demuestran que el Fraude no ha Muerto
*Aumentan la Antigua Fauna: Mapaches, Cucarachas, Tlacuaches y Ratones.
*Por Nidia Marín.
Dicen que en el Monumento a la Independencia hay una gran fisura, por donde salió furibundo don José María Morelos y Pavón. Abandonó temporalmente a sus compañeros héroes que reposan en las urnas mortuorias y recordando sus tiempos mozos, cuando por once años en una hacienda cercana a Apatzingán, en la tierra caliente, fue arriero de burros y mulas en los caminos y veredas de Michoacán (¡ay! ¡cariñito dónde te hayas con quien te andarás paseando!) agarró el antiguo fuete y a chicotazos la emprendió en contra de los usurpadores de su frase.
Sí, su espíritu anda alebrestado contra los llamados “Siervos de la Nación” que no son otra cosa que mapaches disfrazados de servidores del país, aunado a la realidad de que es el gobierno el que les paga por convencer a los electores de que depositen los sufragios en las urnas a favor del partido en el poder.
¿O serán ciervos con “c” ?, preguntó un indignado profesor que no soporta que se piense que los mexicanos somos retrasados mentales.
En todo caso serían los ejércitos de los “ciervos mulo”, de grandes ojos y pronunciada madeja de cuernos o también, dijo el mentor, los “borregos” no de la nación, sino del ambicioso gobierno.
Como realmente es un plagio de la frase de José María Morelos y Pavón, hemos de recordar que este hijo de padres españoles, rechazó ser llamado “alteza serenísima” y adoptó para sí el titulo de “siervo de la nación”, inspirado en el Evangelio de San Marcos.
“Soy siervo de la nación porque ésta asume la más grande, legítima e inviolable de las soberanías y yo estoy al servicio de ella”, dijo hace 206 años.
Pero como en los tiempos que hoy corren, desde el gobierno se le apuesta al olvido y a la ignorancia para sorprender incautos, la cooptación de jóvenes de escasos recursos económicos (que obtienen un salario por hacer la trampa) se llevó a cabo por parte del gobierno desde septiembre de 2018 cuando se anunció que el presidente electo, López Obrador, había anunciado en diversos estados de la República, durante su gira de agradecimiento, que “un número importante de jóvenes voluntarios, llamados siervos de la nación, comenzarían a llevar a cabo un censo para conocer, hogar por hogar, en toda la República, la situación en que viven los mexicanos y empadronar gente a los programas sociales de su gobierno.
Hoy ya sabemos el verdadero objetivo de estos jóvenes, a quienes se está enseñando desde la actual administración federal a trampear y actuar de mala fe para manipular votaciones y voluntades.
Son los políticos de la iglesia evangélica los que trabajan con dichos muchachos, por lo cual en el 2019 el INE exigió a los dirigentes de dicha iglesia-partido que dejaran de utilizar la imagen presidencial con fines electorales. Hoy en el 2021, también ingresaron a la manipulación de los votantes los denominados superdelegados, que para llevar votos a su molino están manipulando, inclusive la vacunación contra el Covid-19, es decir ejercen prácticas clientelares para inclinar la balanza en el proceso electoral en puerta.
Y sí, los llamados “Siervos de la Nación” (seguramente el presidente se fusiló la frase) forman parte de todo aquel mecanismo de la trampa, en lo general con nombres de animales, que se creían desaparecidos: padrones inflados, urnas embarazadas, “ratón loco”, “operaciones tamal”, “tacos de votos”, “panzas de yegua”, cucarachas, escaleras, trompos y “mamás tlacuache”.
De ahí que la salida del espíritu irritado de don José María Morelos y Pavón por la fisura del monumento del Ángel de la Independencia es comprensible. Lo interesante es que otros espíritus de héroes de diversos estados de la República lo están apoyando, como el propio Miguel Hidalgo y Costilla, Francisco Javier Mina, Nicolás Bravo, Vicente Guerrero y en fin también mujeres, entre las cuales están: Leona Vicario, Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín y Josefa Ortíz de Domínguez.
¿El “Ángel” se quedará vacío para que lo ocupen los Siervos de la Nación y los superdelegados?
Que respondan sus creadores.