Más claro…
Por Felipe Mendiola Parra.
La política es apasionante, hermosa, creativa y finalmente… traidora.
Los que somos adultos, al menos en una ocasión nos movió el interés de hacer política y sentirnos identificados con unas siglas, unos colores, una ideología y un líder al que llegamos a admirar.
Decía el maestro Francisco Gutiérrez González, en una de sus clases en la Facultad de Periodismo de la Universidad Veracruzana, aludiendo a Aristóteles “El hombre es un animal político”, para luego agregar, entonces el que no es político es solo animal, sin que esto sea peyorativo, porque puede ser un ser inferior o superior al resto de los hombres.
Hacemos política desde que estamos en la secundaria, cuando se hacen los primeros ejercicios de votación para elegir al jefe de grupo y después a la planilla que nos va a representar. Lamentable, que en algunos casos, se empiecen a ver las trampas por ganar esas elecciones a esa temprana edad, al menos en México así ha sucedido y sencillamente todo es cultural, es lo que nos rodea.
El próximo año vendrán las elecciones intermedias y la efervescencia se volverá a ver en algunos apasionados, que con el paso de los días comenzarán a producir más adrenalina, para enfrentar esa batalla por lo que desde ahora ya comienzan a organizar sus cuarteles, con sus respectivas estrategias.
Se vuelve apasionante la política porque en muchos de los casos nos involucramos por la invitación de un amigo, pero quien va a ser candidato ni siquiera nos conoce, le han construido tan bien su imagen que llegamos a creer que es el idóneo y comenzamos la defensa del personaje.
Lo recomendable es que por esa pasión no debieran perderse amistades o discutir con familiares, porque esa campaña es efímera, va a pasar y gane o pierda nuestro favorito, es posible que el costo social y sentimental sea muy alto, sin obtener un beneficio específico para nadie.
Circula en Facebook en la cuenta de Prez Snchez Francisco, un meme, donde se ve a una señora que le advierte al esposo ese comportamiento y le dice “Ya te dije que no vas a andar en la campaña. Llegas siempre hambriento, cansado, te peleas con los del otro partido, no te pagan nada y cuando ganan no te dan trabajo”.
Algo similar hemos visto y muchas veces hasta hay que invertirle para la gasolina, para los refrescos, para los tacos, para apoyar a algunos colonos, en fin, así es esto y a pesar de saberlo, muchos vamos a estar de nueva cuenta. Más claro ni el agua.
