/ Leticia Robles de la Rosa /
Confiado en que las negociaciones en corto con integrantes del PAN y del PRI le darán resultados para avalar la reforma electoral que busca regresar a México a los tiempos del partido único, hegemónico y que usaba trampas para ganar las elecciones, en un modelo que el escritor Mario Vargas Llosa llamó dictadura perfecta, el líder nacional de los morenistas, Mario Delgado, está seguro de que la reforma será una realidad este mismo año.
Al menos así se los ha hecho saber Delgado a diversos liderazgos de Morena, a quienes les ha compartido que ya tenemos al PRIAN en la Cámara de Diputados, pero que aún hay resistencias en el Senado de la República.
Esta misma semana, Mario Delgado acudió con el líder de los morenistas en el Senado, Ricardo Monreal, para hablar de la reforma electoral y pedirle que ponga en acción sus talentos políticos para convencer a los panistas, priistas, perredistas y emecistas, dado el innegable récord de triunfos legislativos que ha tenido Monreal Ávila en reformas que parecen imposibles.
Como lo leyó usted en este espacio hace unas semanas, en la polémica reforma para prolongar la presencia de los militares en tareas de seguridad pública a Ricardo Monreal hasta le sobraron cuatro votos que tuvo de reserva y que ya no usó, porque no fueron necesarios.
Pero ¿de dónde surge el optimismo de Mario Delgado para anticipar que sí habrá reforma electoral, con elección popular de los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)?
A principio de esta semana, en su columna semanal Recovecos, el periodista Jorge Ramos Pérez informó de las versiones que se conocen en el interior de la Cámara de Diputados, en torno a que Morena pactó con Alejandro Moreno y Rubén Moreira que lleven mano en la elección de dos de los cuatro consejeros nuevos del INE, mientras que con Jorge Romero, del PAN, acordó la segunda vuelta electoral en la elección presidencial.
En efecto. Existen esas versiones desde hace unos días.
Claro que los priistas niegan categóricamente que existen dichos acuerdos. Sí, Rubén Moreira explicó a sus compañeros diputados que es necesario que el PRI no se haga a un lado de un posible acuerdo para la elección democrática de los consejeros electorales, pero les aseguró que de ninguna manera hay acuerdo con Morena en esta especie de trueque; es decir, el PRI no dará su voto a la reforma electoral a cambio de dos consejeros electorales.
Por supuesto que en el PAN también niegan la versión, aunque sí aceptan que hay mucho interés de su partido en que se apoye la segunda vuelta electoral en la elección presidencial.
¿Será acaso que el morenismo decidió aplicar una estrategia más de construcción de realidades paralelas, a fin de sembrar las dudas suficientes en el interior de los grupos parlamentarios de oposición para dividir y vencer en la votación, a partir de no dejar que construyan confianza para ir en bloque?
Se sabe que hay reuniones informales, diálogo, pero en la oposición aseguran que, hasta el momento, no existe ni un solo acuerdo y, mucho menos, un documento consensuado.
Para quienes nacimos el siglo pasado y vivimos en nuestra cotidianidad esa dictadura perfecta de la que habló Vargas Llosa, la creación el Instituto Federal Electoral (IFE), hoy denominado INE, fue un triunfo generacional sobre un poderoso priismo que se mantuvo 70 años en el poder, con innegables triunfos electorales, donde la oposición era testimonial.
¿Cuántos de aquellos jóvenes con vocación democrática están hoy en el Poder Legislativo? ¿Cuántos de ellos olvidaron los motivos de sus luchas históricas de juventud?
El INE es una institución que surgió de la demanda democrática de los mexicanos y su existencia es indispensable para evitar regresiones. Ojalá los legisladores federales no olviden que sin esa conquista democrática muchos de ellos no estarían en una curul.