*La Columna .
/Por Fanny Yépez./
La Iglesia en manos de Lutero, esta expresión no es nueva. Ha sido usada para referirse a momentos en que una institución se pone en manos de sus apóstatas (renegados-falsos-traidores-corruptos) y es precisamente la que una connotada morenista expreso, cuando le solicite su opinión sobre la designación de Miguel Ángel Yunes Márquez como Presidente de la Comisión de Hacienda del Senado de la Republica.
Se trata de un convenenciero que no tiene ideología porque del PRI se fue al PAN y ahora comulga con Morena. Acerca de su afiliación a este partido todavía responde “ya veremos, ya veremos…”
Para refrescar un poco la memoria nos remontamos al año pasado e inmediatamente recordamos que, en septiembre del año anterior, la Fiscalía de Veracruz giró una orden de aprehensión en contra del senador electo Miguel Ángel Yunes Márquez, para que con este motivo fuera considerado sustraído de la justicia y fugado del país a Estados Unidos.
Asimismo, la dependencia solicitó a la Unidad de Asuntos Policiales Internacionales e Interpol México, una alerta migratoria y notificación roja para su búsqueda, localización y detención.
Desde antes de las elecciones del 2 de junio, la Fiscalía General del Veracruz, con el respaldo de un juez en Pacho Viejo, emitió múltiples citatorios al candidato Miguel Ángel Yunes Márquez.
Se le acusa de uso de documento falso, falsedad ante la autoridad y fraude procesal, delitos supuestamente cometidos durante su campaña para la alcaldía de Veracruz en 2021, sin cumplir con el requisito de residencia mínima.
El hoy senador, en contubernio con funcionarios de esa alcaldía —gobernada entonces por su hermano Fernando—, se hizo con la candidatura usando papeles falsos que supuestamente demostraban que tenía su residencia en el puerto de Veracruz, como requería la ley electoral. La Fiscalía documentó que el político nunca había vivido allí con base en documentos y declaraciones de testigos.
Por ello, Yunes Márquez enfrentó una acusación por el presunto delito de falsificación de documentos para acreditar su residencia durante su registro hace más de tres años, como candidato a la alcaldía de Veracruz. En palabras llanas mintió a la autoridad electoral para obtener la candidatura a la presidencia municipal del puerto de Veracruz.
Al senador Miguel Ángel Yunes Márquez un juez de Veracruz lo ayudo y le canceló la orden de captura, que él mismo había ordenado recientemente en contra del político, por los delitos de falsificación de documentos y fraude procesal. La resolución llega luego de que Yunes Márquez rompiese con el PAN y diese a Morena el voto decisivo para aprobar en el Senado la polémica reforma judicial, en septiembre.
Desde entonces, el acercamiento entre Yunes Márquez y el oficialismo no ha hecho más que afianzarse.
Yunes Márquez es el vivo ejemplo de la impunidad y la anarquía.
El expediente que se abrió a Yunes Márquez estuvo en pausa tres años.
La Fiscalía lo desempolvó en el contexto de las pasadas elecciones, cuando Yunes Márquez apuntaba al Senado de la mano del PAN.
El juez veracruzano Oscar Luis Lozada Hernández concedió a la Fiscalía estatal la orden de captura contra el político el 12 de julio. Además, la Fiscalía General de la República (FGR) solicitó a la Interpol la emisión de una ficha roja para capturarle y extraditarle a México. Días antes Yunes Márquez se había puesto a resguardo en Estados Unidos, con el argumento de tomar un tratamiento médico.
Sin embargo, este expediente se cerró y se dio paso a la impunidad y a la burla del pueblo veracruzano, que confiaba que ahora si se aplicaría la justicia al personaje nefasto, hijo de otro funesto político, Miguel Ángel Yunes Linares, quien ha sido acusado de corrupción y saqueo cuando fue titular del ISSSTE.
Esta era la única causa penal abierta contra el senador de Morena. Sobre su hermano, Fernando Yunes, existe todavía una investigación por un presunto desfalco millonario a las arcas del municipio de Veracruz, del que fue alcalde. En tanto, el padre del clan, Yunes Linares, es investigado por enriquecimiento ilícito, blanqueo de activos y pederastia. La acorralada familia Yunes ahora es aliada clave del oficialismo.
Juez Clemente Zorrilla liberó violadores y secuestradores, ahora quiere ser fiscal
El juez José Clemente Zorrilla Rostro, quien a su paso como juez penal en el distrito de Jalacingo, liberó a una banda de secuestradores que operaba en esa región y que liberó a un representante de jóvenes jugadores de los Tiburones Rojos, por el delito de violación, ahora pretende ser el próximo fiscal general del Estado.
El cuestionado juez ha buscado al senador Adán Augusto López Hernández para obtener el apoyo, para que ahora sea el fiscal.
José Clemente Zorrilla Rostro es socio de un despacho de abogados junto con Jessica Aguirre García, actual subdirectora del DIF Estatal.
Mientras tanto, intentan ocular que, hace un par de años, liberó a una banda de secuestradores que mantenía asolada a la región de Jalacingo y Martínez de la Torre.
De igual forma, se hizo muy conocido el caso donde el juez José Clemente Zorrilla Rostro en el año 2019, tuvo la oportunidad de condenar a una larga sentencia al representante deportivo, Ángel Fuentes Olivares, quien abusó de varios jóvenes futbolistas que querían iniciar carrera dentro de los Tiburones Rojos de Veracruz, sin embargo, sólo le dictó que fuera a firmar periódicamente cada 15 días a un juzgado, hasta archivar el caso.
En el año 2018, un joven futbolista de nombre Bernardo “N”, denunció como Ángel Fuentes abusó de él, y luego otros deportistas más lo hicieron, e incluso el tema llegó a una de las conferencias mañaneras del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.
Entonces, la Fiscalía General del Estado investigó e imputó los delitos al representante de futbolistas, pero para el juez José Clemente Zorrilla Rostro todas las pruebas presentadas como los audios, mensajes, fotografías y videos que se recuperaron de los celulares de los implicados, así como los testimonios fueron insuficientes.