Elsbeth Lenz da cuenta en su columna de este día de un lamentable caso de una mujer que fue empoderada y como muchas en esta nueva élite política, no supo manejar el poder, lo cual es muy lamentable para la causa de las mujeres.
“El zafarrancho ocurrido en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz, ese de la tarde de antier, en el que el Consejo de la Judicatura, se le reveló a la aún presidenta Sofía Martínez Huerta, no tiene precedentes; Martínez Huerta entró con el pié izquierdo, nadie cuidó su llegada y la magistrada Yolanda Cecilia le dijo de entrada su precio y lo que vale, nadie abrió la boca la dejaron sola; desde ahí ella debió entender donde estaba parada y con pies de plomo ir caminando.
¡Pero no!, el inmenso ego de la abogada, quien se creyó que había llegado por mérito propio, se dio vuelo repartiendo puestos entre sus familiares y parientes, humillando y sobajando a cuanto cristiano se le paraba enfrente; Martínez Huerta en 6 meses convirtió el TSJEV en un arrabal, pobre mujer, la culpa no la tiene ella, que de ser secretaria de acuerdos de la cuarta sala, pasó a magistrada y 15 días después a presidenta, ¿De verdad pensaron que podría con ese paquete?, ahora solo quedará sostenerla, para no admitir que la regaron gacho”.
La primicia se la llevó Claudia Guerrero que en su cuenta de Twitter dio la información de que el Consejo se le reveló a Sofía Martínez Huerta y ser el nuevo Consejero Humberto Oliverio Hernández Reducindo, quien orquestó todo. Quitaron a la Contralora, a la Secretaria de Acuerdos del Consejo y la Secretaria del Tribunal, al Jefe del Jurídico, entre otros.
El hecho que describe la columnista se da un día después de que diera a conocer la carta de elogios que la hoy todavía magistrada le dio a Miguel Ängel Yunes Linare. ¿Habrá pesado en la decisión de marcarle un límite? Lea más en la sección de Columnas…