ZALDÍVAR ENLOQUECIÓ .

LA POLITICA ME DA RISA.

/ Por Yazmin Alessandrini /

* Al ministro tiktokero ya le llegó el agua al cuello y ahora buscar desviar la atención

* Los señalamientos de su comportamiento antiético están bien sustentados y él lo sabe

* Su intención de llevar a la ministra Piña Hernández a juicio político es una broma

AHORA RESULTA.- El ministro renunciado (que no en retiro) Arturo Fernando Zaldívar Lelo de Larrea quiere promover un juicio político en contra de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández bajo el argumento, pueril y ridículo, de que “es evidente la enemistad manifiesta que tiene conmigo”. Pero la demencial intención de este sujeto no se detiene aquí. Hace unos momentos anunció que acudirá a la Fiscalía General de la República (FGR); la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Electorales (FISEL, antes FEPADE); el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI); el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) para solicitarles que lo acompañen en su demanda. Y todo porque el ministro morenista está siendo investigado por sus excesos, corruptelas y omisiones, cosa que ya no le gustó. Pero como ahora ya goza abiertamente del respaldo de Palacio Nacional, se hace el ofendido y se envalentona para arremeter contra la titular del Poder Judicial. Vaya, vaya, vaya… por enésima ocasión un adepto de la llamada “Cuarta Transformación” se recarga en el manual redactado por el propagandista de cabecera del Nazismo, Joseph Goebbels: “Acusa a tu adversario de aquello que eres culpable”.

BRAVUCÓN.- El señor Zaldívar (sí, en estos momentos es sólo eso, un señor; él decidió, de motu propio, renunciar a su cargo de ministro) está desatado. Busca, a como dé lugar, en primer lugar, de redirigir la atención de la opinión pública a un lugar en donde la conversación no ponga en entredicho el cuestionable proceder que tuvo mientras trabajó en la SCJN (de 2009 a 2023) y, en un segundo lugar, quiere destacarse y sobresalir ante los ojos del jefe supremo de la familia morenista (el Presidenté López Obrador). Está haciendo méritos, pues. Sin embargo, lo primero que deberían atender y aclarar tanto él como sus colaboradores más cercanos (Netzaí Sandoval Ballesteros, Carlos Antonio Alpízar Salazar y Edgar Manuel Bonilla del Ángel) son los presuntos actos de corrupción por los que están siendo señalados: Actos atentatorios contra la independencia de la función judicial; falta de imparcialidad y profesionalismo; violencia sexual; cohecho; abuso de funciones; desvío de recursos y enriquecimiento oculto. Según él, se está accionando en su contra a partir de una denuncia anónima a la que él mismo se niega a dar importancia aun cuando la Ley General de Responsabilidades Administrativas contempla la admisión de las denuncias anónimas, esto para incentivar dichas denuncias y también para proteger a los denunciantes y a las víctimas de los abusos cometidos por servidores públicos corruptos. Hay datos, pruebas y evidencias que sustentan estos señalamientos, por lo que Zaldívar Lelo de Larrea debería reflexionar y reconsiderar su pretensión de llevar su controversia con la ministra presidenta Piña a un terreno en el que definitivamente llevará todas las de perder.