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20.11.2025 México.- Zhi Dong Zhang, conocido en el mundo del crimen organizado como “Brother Wang”, fue extraditado de México a Estados Unidos el pasado 23 de octubre de 2025, tras un proceso judicial que atrajo la atención de autoridades de ambos países.
El ciudadano chino de 38 años enfrenta múltiples cargos en cortes federales de los distritos Este de Nueva York y Norte de Georgia, entre ellos conspiración para la distribución internacional de cocaína, tráfico de metanfetaminas y fentanilo, así como delitos de lavado de dinero.
La Fiscalía General de la República confirmó que la entrega del acusado se realizó en estricto apego a los tratados de cooperación judicial entre México y Estados Unidos. Zhang fue detenido en territorio mexicano en 2024, tras una investigación conjunta que lo vinculó como presunto proveedor de sustancias ilícitas a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Durante su estancia en México, estuvo bajo prisión domiciliaria en la Ciudad de México, de donde se fugó en julio de este año, lo que derivó en su reclusión en el Reclusorio Sur mientras se resolvía su situación jurídica.
El Departamento de Justicia estadounidense sostiene que “Brother Wang” operaba como un enlace clave entre redes de producción de precursores químicos en Asia y organizaciones criminales mexicanas, facilitando el tráfico de drogas sintéticas hacia Estados Unidos. Su captura y posterior extradición representan un golpe significativo a las estructuras logísticas del narcotráfico transnacional, particularmente en lo que respecta al flujo de fentanilo, una sustancia responsable de una crisis de salud pública en Norteamérica.
El 19 de noviembre, Zhang fue presentado ante una corte federal en Brooklyn, Nueva York, donde se le leyeron los cargos formales. Las autoridades estadounidenses han señalado que su red operaba con múltiples alias, incluyendo “GG” y “Kun Li Hernández”, y que utilizaba empresas fachada para el lavado de millones de dólares provenientes del narcotráfico.
La extradición de Zhang se enmarca en una creciente presión internacional para frenar el tráfico de fentanilo y otras drogas sintéticas. En los últimos meses, el gobierno de Estados Unidos ha intensificado sus llamados a China y México para reforzar los controles sobre la producción y distribución de precursores químicos. En este contexto, la cooperación entre agencias como la DEA y la FGR ha sido clave para desmantelar redes criminales con operaciones globales.
El caso de “Brother Wang” también ha reavivado el debate sobre la presencia de actores criminales internacionales en México y su colaboración con cárteles locales. Expertos en seguridad advierten que la sofisticación de estas redes trasnacionales exige una respuesta coordinada que combine inteligencia financiera, cooperación judicial y control fronterizo.
Mientras se desarrolla el proceso judicial en Estados Unidos, las autoridades mexicanas han reiterado su compromiso con el combate al crimen organizado y la colaboración internacional en materia de justicia. La figura de Zhang se suma a una lista creciente de operadores extranjeros que han encontrado en México un punto estratégico para sus actividades ilícitas, lo que plantea nuevos retos para la seguridad nacional y la política exterior del país.












