Por Libertad López (semmexicoedicion@gmail.com)
México, marzo (SEMlac).- Carlos Welti Chanes construyó una antología de la obra, pensamiento y acción de la maestra Teresita de Barbieri, quien a lo largo de más de 30 años estudió, analizó y escribió sobre el feminismo latinoamericano, sus particularidades, sus intereses y sus preocupaciones desde su mirada socialista. Una verdadera intelectual, cuyas aportaciones son fundamentales y están vigentes.
La antología de 732 páginas fue una selección cuidadosa, rigurosa y profunda. Se presentó el 8 de marzo en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. Paralelamente, la biblioteca de ese Instituto fue nombrada Teresita de Barbieri y se develó la placa en un ambiente festivo, porque estará al alcance de miles de personas.
Fue una mujer comprometida, divulgadora del pensamiento feminista, desde textos en medios periodísticos, especializados y académicos, su obra es inmensa. Reconocida como investigadora, maestra, acompañante de los procesos de organización de los movimientos de las mujeres; maestra de periodistas y una amiga entrañable, el trabajo impecable de recopilación permite constatar que De Barbieri fue pionera en la reflexión de asuntos de la condición social de las mujeres, que están a debate y en los espacios de decisión política. Sus reflexiones además de vigentes, en la antología dejan claro su trabajo comprometido desde una mirada socialista.
En la presentación, Welti Chanes afirmó que Teresita vivió el golpe de estado en Chile y la militarización de la sociedad. Murió hace seis años, pero si estuviera aquí “no puedo imaginar con qué dolor viviría la catástrofe que hoy estamos viviendo en este país que la acogió al final de los años 70”.
Divulgadora, que escribió por tres lustros en espacios periodísticos, dijo Welti Chanes, “estoy seguro de que si su fuerza física lo hubiera permitido ahora estaría escribiendo sobre los feminicidios, sobre las madres buscadoras, sobre cómo resuelvan la vida cotidiana las mujeres que trabajan fuera del ámbito doméstico cuando se han quedado sin guarderías para sus hijos pequeños, sobre la violencia que las convierte en jefas de hogar al ser sus cónyuges asesinados, sobre el desplazamiento forzado de familias enteras producto de la violencia; en fin, reitero, ella estaría escribiendo sobre esto que es una catástrofe y que no se puede ignorar”.
Sobre el contenido del libro, donde está la palabra de Teresita de Barbieri, Hortensia Moreno, directora de Debate Feminista e integrante del Instituto de Investigaciones Sociales, consideró indispensable, para esta hora, entrar a su contenido y dijo que su pensamiento seguirá incidiendo en el movimiento feminista, por la agudeza y rigor de sus textos-
Y anotó, ella fue precursora del pensamiento decolonial, empeñada en producir un saber desde el sur; productora impresionante, más por su calidad que por su volumen. Ella desarrolló nociones que hoy en día se han puesto muy de moda, como la denominada interseccionalidad, con el análisis materialista ella explica que “la desigualdad de género es un campo específico, pero no es toda la desigualdad”. Fue una teórica feminista que analizó la condición femenina desde posturas materialistas,
La antología, coincidieron quienes estuvieron en la mesa, como Mary Goldsmith, Irene Ramos, Sara Lovera y Hortensia Moreno, es una aportación fundamental para las nuevas generaciones porque urge conocerla, leerla, entrar en su pensamiento, estudiarla.
Lovera destacó que en su tarea de divulgadora -11 años con textos en el suplemento Doble Jornada– escribió sobre numerosos asuntos, algunos de coyuntura: la democracia, la vida cotidiana, los partidos políticos, la infancia, el debate entre la igualdad y la diferencia, la libertad de expresión, el derecho a la información, las políticas demográficas, la demografía, la violencia contra las mujeres, el desempeño de las conferencias mundiales de la ONU, la ruta del vaticano, el espejismo o la felicidad de los acuerdos de Pekín, el trabajo doméstico -eufemísticamente llamado economía del cuidado-, la familia, la ética y la religión, los feminismos mexicano y latinoamericanos.
Una obra la de Teresita de Barbieri – nacida en Uruguay- que tiene que seguirse leyendo, dijo Hortensia Moreno, para entender no sólo la historia, sino también el desarrollo y la actual situación de nuestros movimientos feministas. Su obra es un intenso y comprometido trabajo de investigación sociológica, científica en el sentido más estricto.
Welti, al cerrar la reunión, minutos antes de develar la placa que permitirá tenerla siempre presente en la biblioteca, leyó un texto personal, casi literario, al traernos dos poemas de Mario Benedetti y un fragmento de Cien Años de Soledad. Y él su amigo, colega y compañero, dijo que Teresita era una persona culta, con quien se podía platicar y discutir sobre muy diversos temas. Recordó que poco antes de su fallecimiento -enero de 2018-, lo que discutían eran cuestiones relacionadas con las elecciones presidenciales en México. Su muerte interrumpió el diálogo “que durante muchos años mantuve con Teresita y que reinicié con la elaboración de esta Antología”.
Agregó que Teresita no está con nosotros, pero está su obra. “Esta Antología es sólo una muestra de sus intereses por interpretar a la sociedad poniendo en el centro de su atención a las mujeres”. Sus reflexiones sobre la condición femenina, sobre las acciones para lograr la equidad y sus aportaciones a la sociología de la desigualdad están vigentes y se ven reflejadas en este libro, concluyó.
Ahí, amigas, colegas, alumnas, estuvieron presentes. Su hija y su hijo, su nieta y su nieto. Albertina Minello De Barbieri agradeció la presencia de todas y todos, especialmente la tarea de Welti Chanes. Una tarea ardua, de la que Lovera dijo: el doctor, el amigo entrañable, entró como un sabueso delirante, a seguir el hilo del pensamiento de Teresita de Barbieri, esta mujer que fue maestra y guía, de muchas, aún fuera de los espacios universitarios, una mujer solidaria y generosa.