Trump: El fraude electoral que está orquestando

José Fernández Santillán.

Mi solidaridad con la revista Nexos.

“El presidente Trump afirma que el Servicio Postal de Estados Unidos es incapaz de facilitar el voto por correo porque no puede tener acceso a los fondos de emergencia que él bloqueó, y también dejó en claro que las peticiones de ayudas adicionales para enfrentar la contingencia del coronavirus, tampoco procedieron.

“Trump, quien se ha estado pronunciando durante meses contra el voto por vía postal, dijo que los órganos sin liquidez pecuniaria cuyas funciones tendrán que multiplicarse en las elecciones de noviembre perpetrarían ‘uno de los más grandes fraudes de la historia’. Eso señaló al hablar este miércoles en su conferencia de prensa sobre la pandemia del Covid-19 (conferencia diaria). En ella Trump sostuvo que no aprobaría los 25 mil millones de dólares que, con urgencia, había solicitado el Servicio Postal, ni los 3.5 mil millones de dólares como fondos suplementarios, argumentando que se trataba de altos costos que alcanzaban niveles prohibitivos.
“Ellos no tienen el dinero para garantizar el voto universal por correo. En consecuencia, no pueden llevar a cabo esa operación. Y entonces pregunto—siguió diciendo Trump—¿Van a hacer eso a pesar de que no cuentan con los recursos necesarios?” (Jacob Bogage, “Trump says Postal Service needs money for mail-in voting, but he’ll keep bloking funding”, The Washington Post, 12/08/2020)

Así de descarado y cínico es el ataque al sufragio que se está llevando a cabo en Estados Unidos con vistas a las próximas elecciones del 3 de noviembre. Hay una razón para que el magnate proceda así: el promedio de las encuestas le da una ventaja a Joe Biden, candidato oficial del Partido Demócrata a la Presidencia de la República, de 7.6 puntos sobre Donald Trump, quien será investido la próxima semana como candidato oficial del Partido Republicano. Este verdadero y propio asalto a una de las instituciones más antiguas y apreciadas de Norteamérica muestra la desesperación en la que ha caído el mandatario norteamericano.

Su embate contra el Servicio Postal (USPS) no se limita al bloqueo de fondos: Trump nombró recientemente a uno de sus aliados, Louis DeJoy, como director general del USPS, quien de inmediato puso en acto una reestructuración consistente en llevar a cabo recortes de personal y reducciones presupuestales, así como modificaciones en los procedimientos de recibo y entrega de mensajería. Resultado: se han retrasado los envíos.

A principios de este mes dos miembros de la Cámara de Representantes: Peter DeFazio y Alma Adams, pidieron la destitución de Luis DeJoy. Además, en una carta firmada por más de 170 representantes encabezados por la lideresa, Nancy Pelosi se lee:
“La Cámara de Representantes está seriamente preocupada de que usted esté instrumentando políticas que están acelerando la crisis del Servicio Postal, específicamente nos referimos a los puestos directivos y que se haya tomado la decisión de dejar de clasificar al voto por correo como servicio de primera clase. Si se pone en práctica esta medida, conforme las elecciones se aproximan, esta política provocará mayor retraso en la elección por vía postal, eso privaría del derecho al sufragio a millones de ciudadanos.”

(Idem). En efecto, se calcula que 180 millones de norteamericanos votan por correo.

Incluso, ahora, con la pandemia y el temor de contagiarse del coronavirus, muchos preferirán emplear el voto por correo. Pero si el voto postal no llega a tiempo, o sea, a más tardar el día de las elecciones, simplemente no contará, se irá a la basura. 

Con todo y la presión del Congreso, en días recientes Luis DeJoy advirtió que las tradicionales prácticas de envío del voto por correo ahora, para las elecciones de noviembre, quizá no puedan ser aseguradas para que los sufragios lleguen a tiempo. Esta declaración profundizó el temor de los demócratas de que Trump esté utilizando al Servicio Postal en favor de sus ansias de reelegirse. Algo así como “una sospecha aclarada.”

En la Convención Nacional Demócrata (una Convención poco convencional porque tuvo que hacerse de manera virtual) que se llevó a cabo en Milwaukee, Wisconsin, de la cual salieron las nominaciones oficiales de Joe Biden para Presidente y Kamala Harris para Vicepresidenta, hubo muchos y muy buenos discursos; pero seguramente el más impactante  fue el que pronunció el expresidente Barack Obama (2009-2017). Es más, muchos que han seguido su trayectoria política, consideran que ha sido el mejor discurso que ha dado en toda su vida (recomiendo verlo y oírlo).
Pues bien, con un gran simbolismo, Obama se dirigió al público desde Filadelfia, cuna de la Unión Americana y donde firmaron, los “Padres Fundadores”, el 17 de septiembre de 1787, la Constitución de ese país. El 44° presidente de Estados Unidos resaltó que Donald Trump está desalentando el sufragio y dificultando los procedimientos para que los votos no lleguen a las casillas. Agregó que la democracia norteamericana está en peligro; Trump no ha gobernado para todos sino para beneficio propio y de sus amigos.

No obstante, hay que retomar y defender los valores con base en los cuales fue erigido ese país, es decir, los valores democráticos; la supremacía de la ley.

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