Martha Dalia Gastélum: El techo de cristal todavía es bastante grueso

*El avance es innegable, importante e histórico, pero ha sido arriba.

“Te toca pagar género”, la paridad es vista como un castigo político.

/Soledad Jarquín Edgar/

SemMéxico, Cd. de México, 9 de octubre, 2020.- Martha Dalia Gastélum Valenzuela inició siendo una veinteañera en la política mexicana. En los ochenta fue presidenta del comité municipal del Partido Mexicano Socialista en Navojoa y en los noventa desempeñó como presidenta del Comité estatal del entonces naciente Partido de la Revolución Democrática.

Después de volver a vivir, porque recordar es vivir, ataja el entusiasmo cuando afirma que el techo de cristal todavía es bastante grueso.

Entre actividades sindicales, partidistas, cargos de representación popular y del funcionariado, Gastélum suma 40 años de trabajo político, que combinó con su tarea como maestra normalista.

A finales de la década de los ochenta fue la primera regidora de izquierda en el municipio de Navojoa, ubicado en la región Mayo, en el norteño estado de Sonora, se recuerda enfrentada a un viejo y poderoso partido hegemónico, el PRI.

Rememora también los intentos del munícipe a través de una regidora enviada una y otra vez para que dejara su intento de ser oposición, sin hacer caso nunca, a pesar de que las cosas se aplicaban a “raja tabla” y había ni para ella ni para el otro regidor de oposición (del PAN) muy pocas posibilidades de influir.

Tenía apenas 26 años, recién egresada de la carrera magisterial. Fue ese ejercicio político en el cuerpo colegiado lo que le permitió aprender mucho, es un ejercicio legislativo y ejecutivo, una escuela para ver con claridad los métodos y prácticas del gobierno priista, donde esquivó una y otra vez, los intentos de cooptación y sobre las muchas veces que escuchó decir que “no tenía sentido estar en la oposición”.

Tiempo en el que, además, tuvo que batallar con sus compañeros que pelearon con ella por ocupar la candidatura a la presidencia municipal y posteriormente para ocupar la regiduría. Al final de muchas discusiones el comité directivo decidió que sería la joven maestra.

En los noventas, después de su paso por el Partido Socialista Unificado de México, se convirtió en una de los miles de mexicanos y mexicanas que fundó el PRD y asumió la dirigencia estatal del recién creado partido político, uno que nació con fuerza y mucha esperanza.

Había mucho interés en dirigir el PRD y mucha oposición a que fuera una mujer quien lo hiciera, cuenta en entrevista para SemMéxico, a propósito del 67 aniversario de la promulgación del voto universal para las mexicanas -17 de octubre de 1953-.

El delegado del partido Javier González Garza preguntó entonces ¿Por qué no quieren que Martha Dalia sea la presidenta? La respuesta fue unánime: ¡Por qué es mujer! Y a pesar de que tenían un acuerdo, le quitaron el apoyo aun así ganó por apenas una diferencia de 10 votos, dice y su voz se escucha como si acabara de pasar ese episodio, luego parece reír cuando recuerda que Porfirio Muñoz Ledo acudió a la capital de Sonora para tomarle la protesta.

Ese episodio la hizo una mujer que se respeta. En 1997 se convirtió en diputada federal en la LVII Legislatura, la primera legislatura donde la oposición fue una mayoría, conformada por todos los partidos políticos, que le hicieron contrapeso al PRI.

En esa legislatura, también recuerda, se aprobó la creación de la Comisión Especial de Asuntos de la Equidad entre los Géneros (30 de septiembre de 1997), que presidió la perredista Alma Vucovich. Esa misma Comisión propuso hacer obligatoria la cuota de género del 70/30 y le tocó a Alma Delia Gastélum llevar la propuesta al pleno, pero no fue aprobada.

67 años después, el cambio es por arriba

El avance es innegable, importante e histórico, pero ha sido arriba, dice Martha Dalia Gastélum Valenzuela.

Hay muchas mujeres en los congresos federal y los estatales, hay paridad, pero en los hechos la igualdad sustantiva tiene pocos cambios, persisten las resistencias en los partidos políticos, los verdaderos liderazgos de mujeres comprometidas con los cambios, con la perspectiva de género o la defensa de los derechos humanos de las mujeres no llegan todavía a la toma de decisiones, tenemos un techo de cristal muy grueso.

Las compañeras se enfrentan hoy a las mismas resistencias que yo enfrenté hace 20 o 30 años, dice y se refiere a la renovación en el PRD, donde no hay direcciones paritarias, aunque está escrito en los estatutos.

Por eso plantea que el discurso es bonito, hay paridad y adelanto, pero no se cumple y cuando lo hacen primero están sus hermanas, sus novias o sus mamás. Ese es un gran obstáculo.

Así relata que el cumplimiento de la paridad se ve como un castigo para los liderazgos y equipos políticos de hombres, cuando obtienen menos votación, se dicen entre ellos “te toca pagar género”, es decir, tendrán que conformar una planilla con más mujeres, para ellos la paridad es vista como un castigo político.

Estas resistencias ponen en riesgo los avances logrados, porque la mayor presencia de mujeres no garantiza que se avance en los temas y políticas públicas, y habrá menos si se rellenan los espacios por cubrir la cuota de género, y no tengamos presencia en esos espacios de mujeres que tengan verdaderamente este compromiso, reitera.

Martha Dalia Gastélum Valenzuela sostiene que muchos de los graves problemas del país persisten porque la mitad de quienes deberían tomar decisiones están fuera, si más mujeres toman los espacios de poder entonces vamos a superar los problemas que como país tenemos.

Afirma que será difícil que en su natal Sonora una mujer repita como gobernadora, no en las próximas elecciones, donde despuntan tanto por el Movimiento de Regeneración Nacional como por el PRI, dos hombres: Alfonso Durazo y Ernesto Gándara, respectivamente.