Por Yamiri Rodríguez Madrid
En estos últimos tres años, la capital veracruzana ha ido acumulando una serie de rezagos y pendientes, entre estos que no hay un cambio sustancial en Xalapa. Cada presidente municipal ha intentado dejar un legado, pero en esta administración morenista, simplemente no se ve ni por dónde.
Hay una queja muy sentida por parte de los constructores locales, no solo por la falta de obra pública, sino por las trabas que se les han impuesto a quienes generan empleo e inversión en la región para conseguir las licencias y permisos necesarios para su trabajo, aunque sean inversiones privadas y pequeñas.
Hace unos días, el ex presidente municipal de Xalapa, David Velasco Chedraui, refería que, en 2010, en el último año de su trienio, se autorizaron 4 mil 55 alineamientos y en 2017, este número se redujo a 3 mil 91. En 2018, ya con Hipólito Rodríguez Herrero al frente del Ayuntamiento, no se informó y, en 2019, fueron autorizados solo 2 mil 360 alineamientos.
En materia de licencias de construcción explicó que también en 2010 se autorizaron mil 739; en 2017, mil 390; en 2108 bajó a 565 y, en 2019 a 567. No hay que ser matemático ni arquitecto o ingeniero para darse cuenta de que es una pérdida económica para el Ayuntamiento y menos empleos creados para Xalapa.
La industria de la construcción ha sido un engranaje importante de nuestra economía. Pues en una obra, por chiquita que sea, se contrata un albañil. Ese trabajador le compra tortillas al de la moto o a la señora de la canasta. Tiene dinero para llevar a su casa y hacer el gasto. Pero la actual autoridad carece de una visión periférica.
Ya entrando en la recta final de su administración, se vislumbra complejo que se le vaya a dar un impulso sin precedentes al desarrollo urbano en la capital veracruzana, a pesar de que el Covid19 y la crisis económica previa, están ahogando los bolsillos de la gente. Urge su reactivación.
@YamiriRodriguez