EL PLAN DE SAN LUIS (PROCLAMACIÓN: 25 DE OCTUBRE DE 1910) Y LA REVOLUCIÓN MEXICANA (INICIO: 20 DE NOVIEMBRE DE 1910).

BANQUILLO POLÍTICO

POR: FRANCISCO MAR MORALES

“Que ningún ciudadano se imponga y perpetúe en el ejercicio del poder y ésta será la última revolución”. FRANCISCO I. MADERO

“Para mi amigo Lic. Ramón Ramos Niembro, Coordinador de Asesores de la Secretaría de Gobierno, como un reconocimiento sincero, en su día de cumpleaños”.

“Para todo el personal que conforma la Secretaría de Gobierno (SEGOB), dependencia responsable de coordinar la política interna de la Entidad, en especial para los Servidores Públicos de la Dirección General Jurídica”.

El Plan de San Luis Potosí fue un documento político proclamado desde San Antonio, Texas, por el líder del movimiento revolucionario mexicano y candidato presidencial del Partido Nacional Antireeleccionista, Francisco I. Madero.

Este manifiesto convocaba a levantarse en armas el 20 de noviembre de 1910, con el propósito de llevar a cabo el derrocamiento del porfiriato, el establecimiento de elecciones libres y democráticas, así como también, el compromiso de restituir en sus derechos plenamente ganados a pulso, a los campesinos, de las tierras que les habían sido arrebatadas injustamente por los hacendados.

En el devenir de la historia, corría el año de 1910, siendo que el 10 de julio se habían celebrado elecciones secundarias federales, los contendientes a la presidencia de la República fueron por el Partido Reeleccionista, Porfirio Díaz y por el Partido Nacional Antireeleccionista, Francisco I. Madero.

Porfirio Díaz se levantaba triunfador de manera avasalladora y se convertía por octava vez en Presidente de México; pero el pueblo con sed de cambio, no podía soportar más al régimen porfirista.

Antes de que Francisco I. Madero surgiera como líder de la oposición contra el dictador Díaz, en vísperas de la renovación del Poder Ejecutivo, el General Bernardo Reyes era postulado por el Partido Demócrata como candidato a la Vicepresidencia, pero Porfirio Díaz ya tenía a su elegido y al ver la fuerza que levantaba el movimiento reyista se dedicó a reprimirlos encarcelándolos, asediándolos y asesinándolos, desde luego, injustamente y de forma arbitraria.

Al mismo General Reyes, Díaz Mori le solicitó su renuncia al Ejército y le puso miles de obstáculos para que desistiera de su intervención de ser Vicepresidente, al grado de enviarlo a Europa con el engaño de que iba a una misión militar. Con la expulsión de su líder, el reyismo se quedaba sin bandera, y, por ende, sin esperanzas de obtener influencia en el gobierno.

Ante ello, surge el Movimiento Antireeleccionista encabezado por Francisco I. Madero, que a toda costa se decide a impedir que Porfirio Díaz fuere reelecto.

Para esto, en México ya se vivía un descontento generalizado de la población hacia el gobierno porfirista, asimismo, ya estaban organizadas varias juntas políticas que discutían la necesidad de buscar la alternancia en el gobierno y en San Luis Missouri ya se había fundado el Partido Liberal Mexicano, partido que declaraba la guerra total al porfirismo y al sistema capitalista.

Sin alentar alguna acción que desestabilizara al sistema, el Partido Nacional Antireeleccionista estaba dispuesto a ganar. La gente entusiasmada se volcó a las calles a pesar del peligro de persecución o muerte por parte del gobierno, ante ese entusiasmo de la gente, el gobierno porfirista echó a andar la maquinaria de estado y encarcelaba a todo aquel simpatizante maderista después de cada mitin y también se encargaba de boicotear cualquier evento a donde fuera Francisco I. Madero, el candidato antireeleccionista a la presidencia.

El 6 de junio Madero junto a Francisco Vázquez Gómez candidato a la vicepresidencia, eran encarcelados acusados de rebelión y ultraje a las autoridades en San Luis Potosí. Madero en la cárcel se enteró del triunfo de Porfirio Díaz en los comicios del 26 de junio y se dio cuenta que, agotada la vía legal para derrotar a la dictadura, no había opción más que la rebelión armada.

El 27 de septiembre la Cámara de Diputados declara presidente electo a Porfirio Díaz Mori y el 4 de octubre, se expide el Bando Solemne que declara Presidente al dictador para el periodo gubernamental comprendido en el sexenio, de 1910 a 1916.

Francisco I. Madero González, quien nace un 30 de octubre de 1873, en Parral de las Fuentes, en el Estado de Chihuahua, había sido liberado bajo el arraigo en la ciudad de San Luis Potosí, pero el 5 de octubre, se escapa y huye a los Estados Unidos. Allá en San Antonio, Texas, a fines de octubre, divulga el Plan de San Luis, el cual se va dando a conocer progresivamente entre los simpatizantes antireeleccionistas. El 25 de octubre es proclamado el Plan de San Luis en todo el país y se hace el llamado a la población de levantarse en armas para derrocar a Porfirio Díaz. El Plan mandataba al levantamiento el 20 de noviembre; de esa forma, los primeros levantamientos se dieron en Chihuahua y Puebla, donde es asesinado cruelmente entre otros, Aquiles Serdán.

El motivo principal de levantarse en armas contra Porfirio Díaz, no lo fue solamente por el fraude que orquestó en las elecciones, sino “para salvar a la patria del porvenir sombrío que le esperaba continuando bajo su dictadura y bajo el gobierno de la oligarquía científica, que sin escrúpulo y a gran prisa, estaba absorbiendo y dilapidando los recursos nacionales”.

Tiempo después al triunfo del movimiento armado maderista y posterior a que Francisco I. Madero tomara el poder, éste no cumple con sus promesas, principalmente el de reparto de tierras.

El pueblo no podía esperar más y se empezó a fraguar otro levantamiento armado -el Plan de Ayala-, un año más tarde, Madero es asesinado vilmente (fusilado) por sus mismos colaboradores.

A Francisco I. Madero, conocido como el Apóstol de la Revolución o de la Democracia, se atribuye acertadamente la creación de la corriente denominada “maderismo”, siendo el primero de los movimientos que conformaron la Revolución Mexicana, cuyo objetivo principal fue el lograr la regeneración democrática del país a través del Sufragio Efectivo y la No Reelección de los Funcionarios Públicos, ideas plasmadas en su libro “La Sucesión Presidencial en 1910”.