Quienes fueron el impulsor y el genio de la fallida Reforma

Prosa aprisa.

Arturo Reyes Isidoro.

El gobernador Cuitláhuac García Jiménez exoneró el martes pasado a los diputados locales (de MORENA y secuaces que votaron a favor) por el histórico revés que sufrieron al echarles abajo la Suprema Corte de Justicia de la Nación su Reforma Electoral.

Tiene razón. Eso creo. Porque los diputados de su partido y sus satélites votaron con los ojos vendados. Nunca supieron lo que habían aprobado. Demostraron su lealtad a ciegas (el sello de la casa) al titular del Ejecutivo del Estado.

El mismo gobernante aceptó ante la prensa que antes de votar una iniciativa en el Congreso, el dictamen se debe circular con suficiente tiempo para que todos los legisladores puedan conocerlo y dar su opinión, lo cual no ocurrió en este caso. En su momento la oposición se quejó de que no había sucedido y desde entonces tuvieron la seguridad que por ello echarían abajo la reforma.

En esa ocasión, si se recuerda, no solo no circularon el documento con el tiempo suficiente para que la oposición conociera su contenido, sino que el tamal llegó todavía hirviendo (se vio que lo cocinaron a todo vapor) del Palacio de Gobierno a la Legislatura fuera del horario establecido. A botepronto como recibió el balón, Juan Javier Gómez Cazarín lo pasó para su aprobación. Ni siquiera los diputados de MORENA supieron de qué se trataba.

Cumplieron como súbditos que son. Tienen grado de responsabilidad pero cumpieron con lo que les ordenaron. Gómez Cazarín demostró eficacia. Le ordenaron sacarla adelante y lo hizo. Ese era su trabajo. Cañoneó a varios diputados de la oposición y los convenció para que se sumaran. Lo hizo bien (¿será cierto que ahora les están pidiendo que devuelvan lo que le dieron?).

Pero cuando el gobernador los exhoneró sabía por qué lo decía: porque quienes lo embarcaron fueron los autores del bodrio reformista: José Luis Lima Franco, sí, así como usted lo lee, el flamante secretario de Administración y Finanzas, y el Consejero Electoral del Organismo Público Local Electoral de Veracruz (OPLEV), Juan Manuel Vázquez Barajas, quien está al servicio del cuitlahuismo, el “genio” que “fundamentó” la fallida reforma.

De Lima me aseguran que su único interés era quedar bien con Cuitláhuac, con el rollo de la austeridad que trae, y le vendió la idea; Vázquez Barajas quería (quiere) ganarse el nombramiento de magistrado del Tribunal Electoral del Estado (TEV), y redactó el mamotreto buscando blindar al gobernador para que no se sometiera a revocación de mandato.

Eso explica por qué la petición de Lima al OPLEV de que en 2021 trabajen con lo ya programado en el Presupuesto de Egresos del próximo año, que con eso “sea suficiente” (se presupuestó con base en la reforma, que eliminaba los 212 Consejos Municipales del órgano, que ahora se han restituido, lo que requerirá mayores recursos), porque estaba confiado en que habían hecho bien las cosas y seguramente no tomó previsiones, no dejó un cochinito, e hizo un cálculo que ahora se queda corto.

Habría que exonerar también (los he estado criticando severamente) a los jurídicos del Palacio de Gobierno y de la Legislatura. Ya se sabe quién fue el genio del entramado reformista, que ahora quiere brincar del OPLEV al TEV. Cuitláhuac ha de estar muy contento con él. Lo hicieron pasar el mayor ridículo de un gobernador en la historia del Estado.

Ni un chiflido, dicen en los partidos

Por su parte, los titulares de las tesorerías y de las secretarías de finanzas de los partidos políticos afirman que hasta ahora no han recibido siquiera un chiflido de Finanzas para saber cuándo les van a pagar lo que les deben.

Suponen que el dinero que les recortaron (el gobernador cifró la cantidad en 54 millones de pesos el martes pasado) los debían de tener en el banco y sudando en espera de que la Corte resolviera. Por si las dudas sus jurídicos ya se preparan para reclamar lo suyo.

Esta vez no fue el Secretario

Pues no. Esta vez no fue el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, quien metió a Cuitláhuac en el peor acto fallido que haya tenido un gobernador de Veracruz.

Pero de que lo va a seguir embromando, ni duda cabe. Enterados de lo que pasa en el interior de la Secretaria de Gobierno confirman que don Eric tiene una treintena de presidentes municipales vetados, incluyendo de MORENA, el caso más resonante es el de Hipólito Rodríguez Herrero, de Xalapa (bien dicen que cuando el perro es bravo hasta a los de casa muerde), pero también a los alcaldes de Ciudad Mendoza (no obstante que es el hermano del Arzobispo de Xalapa, o quizá por lo mismo), a  los de Veracruz y Boca del Río, a la de Comapa, al de Zongolica, en fin, además de que ha estado presionando a la titular del ORFIS, Delia González Cobos.

David Velasco se cae

Algo pasó que de adentro mismo del Comité Directivo Estatal del PAN se sabe que ya se decidió no postular al exalcalde y empresario David Velasco Chedrahui como candidato a presidente municipal de Xalapa. Traté de indagar la causa y lo más que pude sacar fue que al parecer cometió un error.

Así, el diputado local Sergio Hernández Hernández tiene allanado el camino para presentarse como candidato único para la elección interna que tendrá lugar y en la que se da por seguro que ganará porque su padre, que es el dirigente municipal panista, tiene ya controlados a los militantes que decidirán.

David apareció recientemente en un conocido café de Xalapa con el dirigente estatal, Joaquín Guzmán Avilés, quien lo muestreó pues él había decidido sacarlo adelante, no obstante que no es militante. Por algo sucedido, lo soltó ya.

Así, ya no habría alianza PAN-PRI-PRD para Xalapa, aunque estos dos últimos partidos podrían postular a un candidato común, pero ya no será lo mismo.

Con respecto a Sergio, adentro mismo del PAN creen que no le dará para ganar, pero además, hasta donde “Prosa aprisa” tiene información, el cuitlahuismo tiene un grueso expediente del ORFIS que lo comprometería seriamente por el manejo de recursos que tuvo en la Legislatura pasada cuando fue el titular de la Junta de Coordinación Política.

En este revuelo electoral,  quien sale ganando es la exdiputada local y ahora presidenta del nuevo partido Unidad Ciudadana, Cinthya Lobato Calderón, la mejor posicionada después de Ricardo Ahued, quien no va, de David Velasco, cuyo futuro es incierto, y de Américo Zúñiga, quien contenderá como candidato a diputado federal por el PRI. En las encuestas después de Cinthya aparecen Rafael Hernández Villalpando, Sergio Hernández, Daniela Griego, Rosalinda Galindo, Miriam Ferráez y hasta lo último Dorheny García Cayetano, quien necesitaría subir unos 25 puntos casi de sopetón para ser competitiva, y un porcentaje mayor para ganar, lo que se ve muy difícil.

En las encuestas no incluyen al mejor posicionado de MORENA: Juan Vergel Pacheco, según mi información, quien está recorriendo las colonias, que conoce muy bien y donde lo conocen muy bien por sus muchos años de activismo, y a quien desde el cuitlahuismo están golpeando en las redes seguramente por la aceptación que tiene.

A partir de ya comenzarán los vaivenes en los partidos y de los aspirantes. Sin duda, no habrá nada definitivo hasta que sea definitivo.

Lector, te adelanto. Asuntos imposterables personales familiares que tengo que atender no me darán tiempo de enviar “Prosa aprisa” este viernes. Nos encontraremos hasta el lunes.