Miguel Reyes Razo
El Sol de México
“Hubo un tiempo en que aquí los traficantes de imagen, mercenarios de la publicidad engatusaron a cándidos y ambiciosos aspirantes a cargos públicos a los que aconsejaban: “Tú, nomás sonríe. Sonríe. Eso es. Sonríe…”
Y ahí estaba el Presidente Andrés Manuel López Obrador decidido a ridiculizar a bobos que se implantaban la mueca de una sonrisa y así giraban su rostro de derecha a izquierda. Máscara con blanca dentadura. Expresión de cartón.
“Y no paraba ahí la cosa -prosiguió con su divertida representación el Presidente López Obrador. Cuando un reportero se aproximaba para preguntar algo el petrificado sonriente no se despojaba de ese gesto y con queda voz decía; “Pues verá usted…”
Para desternillarse de risa. Para que las carcajadas rebotaran en los muros del Salón Guillermo Prieto de Palacio Nacional. La caricatura era redonda. La sátira ingeniosa y fresca.
“Y era de maravillar el manejo que esos políticos -dizque servidores del pueblo- manejaban las candidaturas plurinominales. Las mejores para los más cercanos. Para la familia. La esposa. Los hijos. ¡Qué caray! Ellos, los conservadores eran los mandones. Sólo ellos poseían las claves de la política.
“No entraba en sus cálculos que un campesino, que un obrero, o un indígena alcanzara un sitio en el Congreso. No entendería. No sabría de qué se trata. Una pérdida. ¡Ni pensarlo!
Ocuparse de ese “teje maneje” de chanchullos, movidas, tenebroseadas, ardides, consumió buen tiempo de la diaria conferencia matinal -diálogo circular lo llama López Obrador- de ayer. Pero no lo emocionó tanto como el recorrido oral -verbal- que hizo por el Sureste de México.
“¡Imagínense -tentó – estar en Palenque! La majestuosidad de las ruinas mayas. Vayan a Ezná. Otro sitio de maravilla en Campeche. Y la capital. Campeche, la ciudad amurallada. Una ciudad bellísima. Y lleguen a Mérida. Yucatán que tiene Uxmal. y Chichen-Itzá. Y Kalakmul. Yo digo que es más hermoso que Nueva York. Y en Quintana Roo Cancún. El mundo entero sabe dónde y qué es Cancún. Y la Riviera Maya. Y Tulum. Y en Chetumal la Laguna de Bacalar. Con sus maravillosos colores…De plano -exclamó presa de intensa emoción López Obrador- yo no sé porque la gente se va a otros lados…
A decir verdad, deslumbró con su descripción.
“Política es razón y pasión. Yo procuro conservar la cabeza muy fría. Una suerte de equilibrio. Pero no siempre gana la razón. Me viene la pasión y entonces no me aguanto. Es que no es justo el trato que dan algunos medios a los doctores Alcocer y López Gatell. Televisoras que le dan durísimo a López Gatell. Me da mucho coraje. No es justo”.
Echó López Obrador la mirada hacia el futuro. Las elecciones del año próximo. “Ahí están ya ¡sin máscara! los de siempre. Se unen contra mí. Detrás de los que se juntan, están los poderosos, los “machuchones”. Es normal en los grupos de interés. Los que mandan se quedan atrás.
“Neoliberales, conservadores mis opositores no quieren -para decirlo con toda claridad- más que robarse el dinero del pueblo. Su meta es ganar la Cámara de Diputados. Ahí, esos legisladores analizan y dan rumbo al presupuesto. Esa es su tarea principal.
“Ya con el presupuesto en sus manos. Los neoliberales se darían vuelo. Contrarios a mi propósito de beneficiar en primerísimo lugar al pueblo, -por ello me llaman comunista, populista, paternalista y mil cosas más- se mostrarían soberbios y distantes del pueblo.
Todo sería rapacidad, abuso e influyentismo. Cesaría la ayuda a estudiantes, ancianos, adolescentes.
El pueblo votará. Elegirá. Yo no tengo candidato. Ni recomiendo a nadie. Pertenezco a Morena pero gozo de licencia por el encargo que tengo. Y no intervengo en el movimiento.
“Me da gusto que mis adversarios me ataquen. Hago hoy lo que siempre soñé. Con el apoyo de muchos compañeros cumplo antiguos ideales. Hace muchos años concluí que la corrupción era el mayor mal que afligía a este país. Razone que el fin de la corrupción significa el renacimiento de México. El país estaba en plena decadencia.
“Por eso me atacan. Esa crítica me da orgullo. La merezco. Reformo. Transformo. Revoluciono. Es un tiempo maravilloso este que vivimos hoy”.
Fragmentos de la conferencia “mañanera ” de la fecha, ocurrida en Palacio Nacional.