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Cdmx. 26 diciembre 2020.- El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha optado por la legisladora indígena Deb Haaland para dirigir el Departamento de Interior, una elección histórica para la cartera encargada de administrar los recursos naturales del país, incluidos los territorios de las tribus nativas.
Nacida hace 60 años en Winslow (Arizona), Haaland es miembro de la comunidad Laguna Pueblo de Nuevo México, y podría convertirse en la primera nativa americana al frente del departamento, si es confirmada por el Senado. Su elección supone un punto de inflexión en los 171 años de un cargo gubernamental que ha tenido una relación complicada con las 574 tribus del país reconocidas a nivel federal.
Haaland ha prometido usar el Departamento que gestiona un quinto del territorio de EE.UU. y cuenta con casi 70.000 empleados para promocionar las energías renovables y la lucha contra la crisis climática. Un cambio radical de política después de los últimos cuatro años de una Administración defensora a ultranza de los combustibles fósiles.
Donald Trump inauguró su llegada a la Casa Blanca en enero del 2017 con la autorización de la construcción de los polémicos oleoductos Keystone XL y Dakota del Norte, un mes después de que Barack Obama paralizara las obras del segundo por las protestas de la tribu sioux y los defensores del medio ambiente. Una ruptura con las comunidades indígenas que Haaland tratará de reconstruir. «Sería un gran honor hacer avanzar la agenda climática de Biden-Harris y ayudar a reparar las relaciones entre el Gobierno y las tribus que la Administración de Trump ha estropeado», afirmó la nominada en un comunicado. En el 2018, fue elegida como congresista por Nuevo México, donde se ha empeñado en mejorar los servicios de los nativos y, en especial, la asistencia durante la pandemia de coronavirus, que afectó gravemente a la comunidad.
En su empeño por crear el gabinete más diverso de la historia y poner la lucha contra el cambio climático en el centro de la agenda, Biden sumó el nombramiento de la que fue primera mujer gobernadora de Míchigan, Jennifer Granholm, para dirigir el Departamento de Energía; así como a Michael Regan, un destacado regulador ambiental afroamericano de Carolina del Norte, al frente de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), donde ya trabajó bajo las Administraciones de Bill Clinton y George W. Bush. El presidente electo ya ha designado a la mayor parte de su gabinete y se prevé que complete la lista antes del día de Navidad. El puesto de mayor jerarquía que permanece sin candidato es el de fiscal general de Estados Unidos.
