Que el 8 de Marzo no se olvide

 

Alguien como tú.

Gladys de L. Pérez Maldonado.

Este 8 de marzo se cumplen 46 años de haber sido instituido el Día Internacional de la Mujer por la Organización de las Naciones Unidas.

Este día, contrariamente a lo que muchas y muchos piensan, no es un día rosa, no es un día de celebración, ni de alegría para las mujeres, es un día de reflexión.

Se ha derramado mucha sangre femenina por muchos años, sangre de mujeres que lo único que han pedido son oportunidades para vivir una vida libre, sin ataduras, con tranquilidad y de manera igualitaria en el campo laboral, académico y político con relación a los hombres. Mucho se ha logrado a raíz de estos desencuentros sociales con los movimientos feministas.

Reconocemos que en México contamos con un marco normativo suficiente, digno de presumir al mundo en el que se reconocen los derechos de las mujeres,  hoy por hoy, es una obligación constitucional que exista paridad de los géneros en la integración de las candidaturas, de las secretarías del Ejecutivo, a nivel Federal y local, del Poder Judicial de la Federación y en los Poderes Judiciales de los Estados, así como, en los Ayuntamientos y en la integración de los Organismos Autónomos, es indispensable aplicar la perspectiva de género en las resoluciones jurisdiccionales, en los presupuestos públicos, se deben implementar políticas públicas encaminadas a prevenir y erradicar la violencia y la discriminación contra las mujeres.

La mujer mexicana del S. XXI ha obtenido un histórico logro, inimaginable para nuestras abuelas y madres en el reconocimiento de nuestros derechos.

No obstante, pedimos que nos dejen de tratar como objetos y nos dejen de violentar, pedimos que nos dejen de acosar sexualmente, de violar, de golpear física y psicológicamente, que nos dejen de matar.

La violencia contra la mujer siempre ha existido, no es tema nuevo, solo que ahora dado que tenemos un lugar relevante en la vida pública de la sociedad, se ha visibilizado y algunas mujeres nos sentimos con la fuerza interior suficiente, para decir ¡Basta!, para decir ¡Basta! No solo por nosotras, si no por todas aquellas que aún no se han decidido a vivir con tranquilidad.

Requerimos de gobernantes empáticos -mujeres y hombres- con los Derechos Humanos de las Mujeres, para que a través de las Políticas Públicas dirigidas a erradicar la violencia contra nosotras y las decisiones gubernamentales, se elimine el comportamiento violento machista que persiste en el día a día y que nos lacera en nuestra integridad y dignidad.

No queremos un discurso político que agrede al electorado femenino, queremos Políticas Públicas a favor de la mujer de aplicación real, que se impulsen con el suficiente presupuesto y que los órganos de gobierno de primer nivel tomen las riendas de su implementación.

Se creó el Instituto Nacional de la Mujer para el efecto de cuidar entre otras cosas, la implementación y ejecución de las Políticas Públicas en materia de mujeres, sin embargo, no es autónomo y no cuenta con el suficiente presupuesto para aplicarlo a su libre albedrío en su funcionamiento, es más este año se redujo en un 75%. Lo mismo sucede con los Institutos de la Mujer estatales y municipales, a quienes no se les da la importancia necesaria, dentro de la estructura gubernamental, son una institución decorativa, que por exigencia constitucional debe existir por tratarse de “mujeres” y cumplir con el requerimiento feminista.

Se identifica de manera cromática la vida de las mujeres, color naranja para identificar la violencia contra ellas, morado para identificar la lucha por la igualdad de sus derechos, y verde en relación a la petición de despenalizar la interrupción del embarazo, esto se torna a juego por el grupo hegemónico masculino, compuesto por mujeres y hombres. La violencia, la igualdad y el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, no tiene color, dejemos a un lado los estereotipos de género y trabajemos a favor de una vida igualitaria ¡Rompamos el pacto patriarcal!

Aun cuando en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, se reconoce como relevante que  los crímenes que causan mayor exasperación social son los delitos sexuales, la violencia de género en todas sus expresiones, entre otros, y que de hecho, se mencione que se trabajará en disuadir a los autores de conductas delictivas de su reincidencia mediante intervenciones restaurativas, orientadas a su protección, resocialización y a la reparación del daño cometido a las víctimas, este discurso político a favor de las mujeres, dista mucho de ser una realidad.

Recientemente María Salguero, ingeniera geofísica y creadora del mapa interactivo más completo de feminicidios en México, considerada como una de las  100 mujeres más poderosas en nuestro país por la revista Forbes, manifestó en entrevista realizada por un diario Chileno que el gobierno mexicano no tiene ninguna estrategia para atender la violencia contra las mujeres ni en el hogar, ni en el espacio público y que es más, existe mucha negación para admitir que se tiene un problema social importante.

Tristemente Salguero agrega que: “México no es un lugar seguro para las mujeres y así lo demuestran las cifras cuando nos revelan como nos matan, nos violan, nos asesinan y nos hacen desaparecer en este país…En México mueren 10 mujeres al día y el 90% de los agresores esta impune…”.

En el marco de esta conmemoración internacional del #8M2021 Alguien como tú es exponencial de la poca o ninguna empatía que se tiene por los integrantes de los órganos de gobierno ejecutores de las políticas públicas a favor de la protección de los derechos humanos de las mujeres y de la erradicación de la discriminación y violencia contra ellas. ¡YA BASTA!

Al movimiento feminista nada lo detiene, hoy las mujeres de todas las edades, instrucción académica o posición social en una batalla contra el machismo mexicano salen a la calle a manifestarse con coraje, con dolor, al grito de  #NiUnaMas  #NosQueremosVivas  para que el 8 de Marzo no se olvide.