FEDERICO ARREOLA.
@FedericoArreola
Si el caso chileno fuera una prueba científica de la vacuna china Sinovac en condiciones de vida real, sería prueba no superada.
Todas las vacunas, hasta las más eficaces, presentan problemas. Las de Pfizer/BioNTech y Moderna, sin duda las mejores, son muy caras y escasas.
Aunque su precio es menor, tampoco es barata la rusa Sputnik V, pero su verdadero inconveniente es otro: será bastante difícil conseguir la segunda dosis, ya que requiere un proceso de fabricación distinto a la primera.
La de AstreZeneca y la Universidad de Oxford, mucho más barata, ha sido cuestionada en Europa. A pesar de ello, y de que sin duda es menos eficaz que las de Pfizer/BioNTech, Moderna y Sputnik, parece ser la más adecuada para México. Es la que probablemente AMLO se aplicará esta semana —ya le toca por edad, apellido y domicilio—, pero debe advertirse que brinda plena protección hasta la segunda aplicación, dos o tres meses después de la primera.
La peor vacuna
En general estos productos son muy buenos. No es el caso de una de las vacunas chinas, la de Sinovac, cuya eficacia es bastante pobre, la más baja de todas. Enseguida una tabla comparativa tomada de un sitio de internet especializado:
1º Con 95.0% de eficacia, Pfizer/BioNTech
2º Con 94.5% de eficacia, Moderna
3º Con 91.6% de eficacia, Sputnik
4º Con 89.0% de eficacia, Novavax
5º Con 82.4% de eficacia, Astra/Zeneca
6º Con 79.0% de eficacia, Sinopharm
7º Con 72.0% de eficacia, Johnson & Johnson
8º Con 50.0% de eficacia, Sinovac
Elegí la anterior comparación porque hay otras en las que la eficacia de la vacuna Sinovac es menor al 50%.
Chile y su “éxito” que ya es fracaso
La campaña chilena de vacunación anticovid ha sido una de las más exitosas del mundo, comparable a las de Israel y Reino Unido. El 20% de su población, por lo menos, ya ha sido inmunizado.
¿Por qué, entonces, Chile vuelve a sufrir una muy fuerte crisis de contagios?
Hay varias razones; destaco dos:
(I) Se confiaron. Pensaron que con 20% de la población vacunada ya podían relajar las medidas de protección contra el coronavirus —es falso: se necesita vacunar a más del 70% de la sociedad para cantar victoria—, y convencidos de que ya estaban liberados se fueron de vacaciones por millones: “entre 4 y 5 millones de personas se movilizaron a distintas zonas que son las que hoy están con crisis muy extremas, con hospitales con las camas llenas, con porcentajes de positividad muy altos, en algunos casos mayores que la primera ola”, según dijo a BBC Mundo la doctora Claudia Cortés, académica de la Universidad de Chile y vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Infectología.
(II) Usaron la peor vacuna. La “exitosa” campaña de vacunación en Chile se basó en la aplicación mayoritaria de la vacuna menos eficaz, la china Sinovac, que además de la pobre protección que proporciona, como muchas otras requiere dos dosis, algo que solo ha completado el 5% de la población chilena.
Pregunta a Andrés Manuel, al secretario Alcocer, al canciller Ebrard y al subsecretario Gatell
Sigo pensando que en México no se combatirá realmente a la pandemia sin medidas de distanciamiento social y uso del cubrebocas que impliquen severos castigos a quienes no cumplan.
Ojalá no sea así, pero lo más probable es que después de Semana Santa repunten los contagios en todo el país, agravados no solo por la compresible reducida proporción de mexicanos vacunados, sino porque muchos de quienes han tenido acceso a la campaña de inmunización han sido inyectados con Sinovac.
Marcelo Ebrard presumió la experiencia chilena para justificar la adquisición de esa marca de vacunas chinas:
Creo que ante el desastre actual de la sociedad que más ha usado la vacuna Sinovac, la chilena, debe el gobierno de México analizar la posibilidad de no seguir utilizándola en nuestro país. Una eficacia tan baja quizá signifique que el remedio termine siendo peor que la enfermedad, ya que llevará a los vacunados a confiarse, pero estos no estarán plenamente protegidos. Como ha ocurrido en Chile, sí.
Presidente López Obrador, canciller Ebrard, secretario Alcocer y subsecretario Gatell: ¿no valdría la pena ver el caso chileno como una prueba en condiciones de vida real de la vacuna Sinovac; si, como lo que se hizo en Israel con Pfizer? Prueba no superada por esa vacuna china, que en mi opinión ya no debe aplicarse en México.