La segunda dosis

Sin tacto

Por Sergio González Levet

Cuando usted, admirada lectora, o usted, afable lector, vean estas líneas, es probable que yo ya haya recibido la segunda vacuna de Pfizer en mi organismo porque mi intención ha sido ir muy temprano a recibirla en el módulo correspondiente.
Ya con el esquema completo, me aprestaré a cuidarme muy bien por los próximos 14 días, de modo que culmine el proceso de inmunización y pueda tener la seguridad de que estoy completamente protegido del coronavirus, cuando menos por los próximos seis meses.
Junto a mí, millones de personas mayores de 60 años han recibido en México la doble inoculación, si hemos de creerle a lo que afirman el gobierno federal y su madrugador patriarca.
Son muchos los que ya están salvados, pero faltan todavía millones y millones de mexicanos menores de 60 y mayores de 18 años. ¿Noventa? ¿Cien? La cifra no se puede saber con exactitud porque la información no se ha proporcionado con claridad.
Lo que sí tenemos seguro todos, es que faltan meses para que alcancemos la inmunidad de rebaño, que consiste es que 70 por ciento de la población haya recibido la vacuna. Eso significa 91 millones de connacionales, que implicaría la compra de más de 150 millones de vacunas.
Peeeeero… no se ve por dónde las podría adquirir el gobierno mexicano, ni con qué dinero las pagaría. Porque recursos suficientes no hay, y negociaciones comerciales con los laboratorios i gobiernos que las tienen, tampoco.
Son cosas de cuentas que no salen y tácticas electorales que se enrutan contra la solución de esta pandemia que tanto nos ha afectado en la salud, en el alma, en la mente, en el corazón y en el bolsillo.
Van a quedar faltando aquéllos que no creen en la ciencia médica ni en sus avances y prefieren arriesgar su vida y la de sus cercanos al creer más en medicamentos milagrosos que no tienen ningún sustento de investigación seria y son aplicados sin ningún rigor científico.
Y tampoco recibirán la vacuna los mexicanos menores de 18 años, porque todavía no se ha autorizado el uso del medicamento en menores de edad, Por tanto, hay que cuidar mucho a nuestros bebés, a nuestros niños y a nuestros adolescentes, para evitar al extremo que caigan en el contagio, aunque su edad es un factor que los ayuda contra la Covid-19 y sus consecuencias.
Pronto, ojalá que muy pronto, se liberará la aplicación de la vacuna para los menores de edad, y así avanzaremos en la lucha contra este virus mortal.
Por ahora, quedémonos con que algunos millones de viejos como yo, y yo, ya recibimos la vacuna, junto con trabajadores del sector salud y profesores del sistema educativo público.
Ojalá que a usted le toque pronto…

sglevet@gmail.com