Una mujer en Banxico

LINOTIPIA

/ Peniley Ramírez /

Los medios y los mercados se mostraron sorprendidos esta semana por la propuesta de Victoria Rodríguez Ceja como gobernadora del Banco de México. Al revisar la bitácora de Andrés Manuel López Obrador de los últimos meses no resulta tan sorprendente.

El 9 de junio, Andrés Manuel López Obrador anunció que Arturo Herrera dejaría la Secretaría de Hacienda y sería propuesto como gobernador del Banco de México, después de que discutieron porque el exsecretario entregó un paquete de participaciones a los estados, mientras el Presidente quería tener mayor control de ese dinero. Rápidamente se anunció que Rogelio Ramírez de la O sería el próximo secretario de Hacienda.

Herrera es maestro en Economía por el Colegio de México. En 2004, López Obrador lo nombró secretario de Finanzas de la Ciudad de México después de un escándalo que tiró del puesto a Gustavo Ponce. También en Finanzas de aquella administración trabajaba Victoria Rodríguez Ceja, una economista por el Tec de Monterrey, alta, callada, que no da entrevistas, sonríe discretamente y se ha pasado la mitad de su vida en puestos clave, lejos de los reflectores.

En la última década, Herrera trabajó en el Banco Mundial, principalmente gestionando recursos hacia América Latina, mientras Rodríguez se encargó de dirigir las finanzas del Metro y de gestionar la operación del gasto en la capital.

En 2018, Herrera llegó como subsecretario de Hacienda y Rodríguez ocupó la subsecretaría de Egresos. Ambos estaban en el mismo rango y ambos tenían en común que fueron alumnos de Carlos Urzúa en la maestría en Economía del Colmex.

Cuando Urzúa renunció al gobierno federal y Herrera lo sustituyó en 2019, Rodríguez se mantuvo en la subsecretaría de Egresos. Ambos habían hecho su carrera principalmente gestionando recursos públicos.

En julio de 2021, cuando salió de Hacienda, Herrera se compró un lote de libros sobre política monetaria y comenzó a impartir una clase en el Colmex sobre el tema, mientras Rodríguez comenzó a aparecer en la prensa.

La subsecretaria fue a una gira de López Obrador a Sonora el 4 de julio. Seis días después, estuvo en la comitiva presidencial que verificó las obras del Tren Maya; el 24, supervisó programas sociales en Veracruz con el Presidente. El 4 de agosto, el gobernador de Colima informó que había solicitado a Rodríguez su intervención para solucionar la crisis financiera que no permitía pagar la nómina a los burócratas estatales. Tres días más tarde, López Obrador anunció que Hacienda se haría cargo.

El 9 de septiembre, la prensa destacó que Rodríguez era la primera mujer que entregaba el paquete económico al Senado. El paquete económico incluye las propuestas de criterios económicos del Ejecutivo, la Ley de Ingresos y la propuesta de Presupuesto de Egresos. Tradicionalmente, lo entrega el secretario de Hacienda.

El 30 de septiembre, la subsecretaria Rodríguez sonreía junto a López Obrador y Claudia Sheinbaum mientras inauguraban una sucursal del Banco del Bienestar en Iztapalapa. El 3 de octubre, acompañó al Presidente a una gira en Tlaxcala. El 24, supervisaban juntos las obras del libramiento poniente de Acapulco.

A pesar de todas estas señales, la prensa, los mercados en México y los analistas de Wall Street reaccionaron con sorpresa al anuncio de que Rodríguez iría a Banxico. La criticaron por las políticas de austeridad del obradorismo durante la pandemia, como si Herrera no fuera también responsable, pues era su jefe.

La han calificado de inexperta y sumisa. Han recalcado que no cumple con el perfil del puesto, como si esas críticas no se le pudieran hacer a Herrera. Ambos han ocupado cargos en materia financiera, pero ninguno fue “de alto nivel en el sistema financiero mexicano” durante cinco años, como señala la Ley Orgánica de Banxico. En los dos casos, el cumplimiento de este requisito estaría sujeto a interpretación.

Lo raro es que no vimos estas inquietudes cuando se creía que Herrera era la propuesta del Presidente. O en otros sexenios, con candidatos que tampoco cumplían estrictamente todos los requisitos y también eran cercanos al Presidente en turno. Me pregunto si la dureza de las críticas a Rodríguez en estos días se deben solo a su trayectoria, a su perfil discreto o al hecho de que puede ser la primera mujer en presidir el Banco de México.