/ Ramón Ojeda Mestre /
Las dos primeras veces que escuché la palabra fragata me puse muy triste. No nada más yo, sino todos mis compañeros de clase en la primaria Venustiano Carranza allá en Orizaba y es que el maestro nos había contado una parte de la historia de México, con tal pasión, que nos estrujó a todos los pipiolos de quinto o sexto año. No recuerdo ya bien a estas alturas del partido.
Todo se me olvida. Primero salieron de mi memoria los acreedores, lo cual me tranquilizó, pero luego escaparon de mi disco duro los deudores y eso sí me causó gran desazón. Ni modo, ahora soy un caballero, pues no tengo memoria. El hecho concreto es que no puedo precisar si la palabra fragata se la oí por vez primera al maestro Ignacio Peña Zavala o al maestro Miguel Tenorio, los dos, imposibles de olvidar a pesar de mi evanescente amnesia crematística.
Tenorio, porque me enseñó a pescar con anzuelo en el muelle del puerto de Veracruz y Peña Zavala por el cachetadón que merecidamente me asestó y que me dejó ardiendo la mejilla izquierda y digo merecidamente, pues siendo él tan estricto a más de Director de la escuela, los demonios, que eran mis compañeros, me azuzaron para que le metiera el pie mientras daba la clase y se tropezara, lo cual hice, logrando no solamente el bofetón sino que me expulsara de la escuela, lo cual habría sido fatal, pues era el último año de primaria, pero la violencia usada ante el enclenque flaquillo que era yo en aquel momento, aun cuando explicable, fue reprobada por los alumnos, maestros y padres de familia y el incidente terminó cuando me ordenaron pedirle perdón y ofrecerle buena conducta en adelante y él levantando la expulsión y prometiendo no volver a cachetear a ningún alumno. Mi padre, sin embargo, esa no me la perdonó jamás y tuve que hacer mil penitencias de intención expiatoria.
En fin, uno de esos dos grandes y queridos maestros, mencionó la palabra fragata, diciendo qué en un barco de esos, el “portugués” Picaluga había realizado una asquerosa traición a nuestro héroe nacional Vicente Guerrero invitándolo a comer y luego secuestrarlo, entregándolo a las fuerzas de Bustamante, lo que derivó en su fusilamiento en el bellísimo poblado de Cuilapan en el estado de Oaxaca. Hoy se llama Cuilapan de Guerrero con justa razón, y hay un convento dominico que visitó el propio Papa Juan Pablo II. Una de las razones por las que quiero que ya se acabe esta pesadilla llamada Pandemia es para ir a comer al restaurante La Capilla, al cual considero de los mejores del mundo en cocina oaxaqueña.
Con el tiempo, me enteré de varias cosas: la primera, que no era Fragata el barco, sino uno llamado Colombo que era Bergantín y entendí perfectamente por qué el maestro no había usado esa palabra allá en Veracruz y la segunda, que Picaluga no era lusitano, sino italiano y eso si nunca entendí por qué no querían que supiéramos la nacionalidad real del “asqueroso traidor”.
Según Quadratín, en cuanto al autor intelectual del asesinato, el vicepresidente Anastasio Bustamante éste inició el conservadurismo en el gobierno de México; cesó a empleados que no le eran incondicionales, desterró a los principales miembros de la logia de los yorquinos, expulsó del país al embajador de USA, mandó apalear a periodistas y creó la policía secreta. La prensa clandestina lo llama Brutamante pero él, con su proceder, se gana las simpatías del alto clero y del partido masón escocés.
La segunda fragata de que nos hablaron nuestros inolvidables, generosos y humildes maestros, fue la Fragata Novara en la que nos trajeron vivo a Maximiliano de Habsburgo y lo llevó de regreso muerto a Austria. La fragata Novara fue el primer buque de guerra austríaco en dar una vuelta al mundo. La nave, de casi tres mil toneladas de desplazamiento, fue la mayor fragata de vela del imperio austríaco. Tenía tres mástiles y estaba armada con sesenta cañones. Botada al agua en octubre de 1850, la fragata fue bautizada Novara en homenaje a la victoria obtenida en 1849 por el mariscal Radetzki sobre las tropas de Cerdeña cerca de la homónima ciudad italiana.
El viaje de Novara alrededor del mundo fue ideado por el propio archiduque Fernando Maximiliano, comandante en jefe de la flota de guerra austríaca.
Reise der oesterreichischen Fregatte NOVARA um die Erde in den Jahren 1857, 1858, 1859. Karl von Scherzer, Viena, 1861-1862. Título traducido: La fragata austriaca Novara en todo el mundo en los años 1857, 1858, 1859.
Un dato muy importante: Novara llevó para el Museo de Ciencias Naturales de Viena y para la Academia Imperial de Ciencias 26,000 muestras botánicas, zoológicas, etnográficas y antropológicas, incluidos varios cráneos humanos.
A bordo de la fragata llegó a Europa también un gran cargamento de hojas de coca que utilizaría para su labor científica Albert Niemann, alumno de la universidad de Gottingen, Alemania. Perfeccionaría el proceso de aislamiento del alcaloide de la coca y daría el nombre de cocaína a la sustancia obtenida.
Pronto se ensayaría el uso de cocaína en la medicina como analgésico y anestésico. En 1862 la firma Merck de la ciudad alemana de Darmstadt empezaría a producir cocaína para fines comerciales.
La palabra fragata, según Corominas, viene de naufragatta y naufragio viene de fragor. Pero según un alemán, fragata viene de fabricatta, construida. “Sabrá dios, uno no sabe nunca nada”, cantaría el mixteco Álvaro Carrillo Alarcón el inmortal de Cacahuatepec, en la costa chica y ex alumno famosísimo de la normal de Ayotzinapa.
Pero Fragata se llamó antes a un ave interesantísima que habita en Baja California Sur, en nuestras islas del Pacífico y del Golfo de California y otros lugares privilegiados de México. Ave marina grande de cálidos océanos tropicales y costas. Mayormente negro con cola muy larga y profundamente bifurcada y alas angulares. Macho completamente negro con bolsa roja inflable (no observada lejos de las colonias de anidación) en la garganta. Es del género de aves suliformes, el único de la familia Fregatidae, conocidas vulgarmente como rabihorcados o fragatas. De nada
La hembra adulta tiene el pecho blanco y una barra color oro en el hombro. Los juveniles tienen la cabeza y el pecho blancos. Es la única especie de frigatebird que típicamente se encuentra en Norteamérica. Poco probable que se confunda con cualquier otra especie debido a su tamaño y forma. A menudo se eleva durante largos periodos y vuela con aleteos lentos. Cleptoparásita, roba comida de otras aves marinas. Sorprendentemente acrobática durante persecuciones aéreas a pesar de su gran tamaño.
Hay mujeres inteligentes que saben, hay también mujeres que no son muy listas pero que son guapas que saben, es más, hay muchas que son las dos cosas, bellas y talentosas que saben, pero hay unas en especial que sí saben aunque no sean sabias e irresistibles y son las ornitólogas, las especialistas en pájaros de todo tipo que saben perfectamente que la Fragata es también un ave muy especial y aunque tiene más de cien millones de años en este planeta, en realidad su nombre de Fragata se lo ganó como resultado de lo que se ha hecho con el tipo de barcos que llevan el mismo nombre.
La antigüedad de la Fragata, que la mayoría de los machitos, varoncitos, o masculinitos ignoramos, va aparejada también con el desconocimiento de que, siendo maravillosas, hermosas y aerodinámicas aves marinas, esas fragatas, sean de cualquiera de las cinco especies que existen, no pueden nadar en el mar porque su plumaje no es impermeable como el de otras aves como la gaviota o los patos, así que pueden volar más de cien kilómetros en un solo día e incluso dormir un poco mientras van volando, pero no pueden nadar y tal vez por eso han sobrevivido tantos millones de años pues son realmente pequeños dinosaurios voladores si se me permite la expresión sin connotación política alguna.
Le recomiendo el libro de Etimología de los Nombres Científicos de las Aves de Argentina del gran maestro Alejandro Mouchard de la Universidad Maimónides que conocí gracias a la Red Argentina del Paisaje y quien nos dice que en 1771 ya explicaba Pernetty Antoine Joseph que la Fragata ave de las Sulidaes y de la orden de las Fregatidae se llama así a modo de comparación por la velocidad y movilidad y elegancia de los desplazamientos, recordándoles a las fragatas navales que eran naves muy versátiles y de gran versatilidad de movimientos y desplazamientos para atacar o defender, pero también se apoya en los textos de Brisson, Ray y Rochefort y Du Terte, ¡Qué bárbaro, qué trabajo de investigación del maestro Mouchard y qué ameno su libro!
En fin, amigos e vasallos de dios omnipotent, como decía Gonzalo de Berceo en su obra inmortal, las fragatas son importantísimas en la historia de Baja California Sur y del mundo, sea por las aves o sea por los barcos sinónimos. La palabra Fragata aparece en una carta en 1535 que escribe Juan de Valdez desde Nápoles. O tal vez a usted, que es más “mocho” que yo, le interese saber que en las obras de San Ignacio de Loyola aparece desde el Siglo XVI en las cartas que escribe desde Italia e incluso en el Quijote de la Mancha de Cervantes aparece el syntagma Fragata Ligera.
Es realmente una lástima que usted, aparte de guango y panzón, sea flojo para leer, sino le recomendaba la magnífica obra de José Ramón Carriazo el de la Universidad de Salamanca, que se llama El Término Fragata en el Paso del español clásico al moderno.
El término fragata en el paso del español clásico al moderno (udc.es)
Bueno, ahí se la dejo clavada de usted depende que se saque esa espina.
rojedamestre@yahoo.com