/ Eduardo Sadot /
Está clarísimo como operará MORENA en cualquier elección, derroche de dinero – despilfarro – desvío de recursos, acarreo, relleno de urnas, acaparará cargos en el INE, disfrazará a sus militantes de simpatizantes de otros partidos para controlar las urnas, pero sin duda lo más grave es, la utilización de la fuerza de la delincuencia organizada, para intimidar el voto contrario a MORENA o de plano, amenazar a los ciudadanos, como ya se hizo en varios estados de la república.
Hoy para nadie es un secreto la incidencia de la delincuencia organizada en los procesos electorales, asesinatos, secuestros, amenazas, todo se vale con tal de permanecer en el poder.
Ante esta conducta, que le queda hacer a la oposición y al ciudadano de a pie, aceptar una arrolladora realidad, esconderse para defender su propia vida, no involucrarse en política y dejar que las cosas avancen, hasta que pasen algunos años y la sociedad reaccione y pretenda rescatar de esas conductas al país, quizá para entonces sea demasiado tarde y con toda seguridad ya no será ésta generación permisiva o cómplice, quien rescate a México de estas conductas delictivas vinculadas a la política.
Qué les queda por hacer a los mexicanos conscientes y visionarios, que se están dando cuenta de la vorágine por la que se encamina el país, un tobogán sin freno donde la delincuencia se empodera, una sociedad donde la delincuencia, ha pasado de la etapa de ser simpatizantes o financieros de campañas de políticos, a una nueva generación de delincuentes que ha decidido ser ellos mismos candidatos ¡faltaba más! Si tienen los recursos para qué apoyar, para pedir el favor después o cobrar los favores, si ellos mismos pueden ser candidatos, sin deberle nada a nadie y menos subordinarse a nadie, para esperar migajas del poder ¡cuando pueden tenerlo todo! Pareciera que nadie se ha dado cuenta de ello, o convenientemente miran a otro lado. Acaso la delincuencia no ha aprendido a hacer política como antes, acaso no tenemos ya, hoy, delincuentes en cargos de elección popular, regidores, presidentes municipales, diputados locales y federales, senadores y hasta gobernadores, acaso no ha ocupado el lugar que dejara libre el PRI cuando repartía despensas o apoyaba a personas damnificadas por fenómenos de la naturaleza, inundaciones, huracanes, terremotos, carencias de productos básicos. Donde los partidos han perdido presencia, ahí está la delincuencia, ocupando el espacio de apoyo que han descuidado los partidos políticos, esos mismos partidos políticos, que ingenuamente cayeron en la trampa de quienes entonces eran oposición y que antes se desgarraban las vestiduras al denunciar compra de votos, que los frenaron y hoy en el poder fomentan y hacen eso mismo y hasta peor, aquello mismo que censuraron.
Lo que les queda hacer a los mexicanos es revivir las estrofas del himno nacional, asumir que “un soldado en cada hijo te dio” no dejarlo como palabras muertas, y en lugar de tomar un fusil, buscar la participación en diversas trincheras para defender a su patria, a sus instituciones, al INE, cuidar, vigilar los procesos electorales. Acudir y convocar a observadores extranjeros, exigir su presencia, usar las redes, convocarles, para evitar consumar nuevos fraudes, vigilar las elecciones con escrúpulo de cirujano, garantizar el ejercicio democrático, resistir a la tentación de recibir dádivas, elevar el civismo de la patria, al menos de aquellos ciudadanos que tienen consciencia de lo que sucede y ocupar los espacios de decisión en los procesos electorales, asumir una responsabilidad cívica y cumplirle a México. Erradicando fanatismos, enseñando a quien en su ignorancia y pobreza es pasto fácil de chantajes y sobornos, eso le toca a cada mexicano, eso es la interpretación de esa estrofa del himno, en vez de gritar ¡viva México! Ebrios de alcohol y sentimiento patrio del mes de septiembre. Lo menos, lo menos que se debe hacer, es difundir información y crear consciencia de lo que está pasando.
sadot16@hotmail.com
Twiter: @eduardosadot
Instagram: eduardosadotoficial