*México debe prepararse y diversificar sus mercados de exportación, advierte la titular de la SE.
Redacción
Cdmx 16 junio 2019.-La secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, compareció en el senado para explicar los resultados de las negociaciones que se llevaron a cabo entre México y la Unión Americana para impedir la imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas.
La secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, advirtió que aun con el acuerdo y la relación estratégica comercial bilateral, México debe prepararse y diversificar sus mercados de exportación.
Urgió a reforzar y defender la industria manufacturera, al ser uno de los motores de la economía, en una de las regiones más productivas del planeta.
“En la Secretaría de Economía, estamos preparados. Hoy más que nunca la diversificación tiene sentido. Tenemos que abrir otros espacios para nuestras exportaciones en mercados de la región de América del Norte”, resaltó.
Al rendir cuentas sobre su participación en las negociaciones por el acuerdo migratorio derivado de la intención de Estados Unidos de imponer aranceles a todos los productos mexicanos, señaló que el origen de la discusión no era esa imposición entre socios que tienen vigente un Tratado de Libre Comercio.
Al llegar a Washington, describió, la delegación mexicana estaba convencida que la discusión no era sobre gravámenes, sino que la intención era discutir la política migratoria a cambio de la suspensión de la medida unilateral de Estados Unidos.
Desde el anuncio de gravar gradualmente los productos mexicanos a partir del 10 de junio, dijo, se revisaron las posibles represalias por dicha decisión. Éstas abarcaron una lista de aranceles que podrían imponerse a sus exportaciones en nuestro país y, al mismo tiempo, se buscaron las negociaciones.
La agenda de negociaciones, explicó, incluyó reuniones con autoridades, grupos de investigación, funcionarios de alto nivel de ese país, la Organización Mundial de Comercio, organismos internacionales y representantes del Congreso estadunidense. Derivado de ello, los organismos empresariales de ambas naciones apoyaron la postura mexicana de no mezclar el tema migratorio con el arancelario.
La posición de México, informó, fue apoyada con cartas al Congreso de Estados Unidos, manifestaciones públicas y con la firma de una carta por los últimos cinco embajadores de ese país en México, en contra de la medida.