Luego de que los cuerpos de Oscar Alberto Martínez y su pequeña hija Valeria, quienes murieron ahogados cuando trataron de cruzar el Río Bravo en una tragedia que fue capturada en una fotografía que provocó indignación a nivel mundial, regresaron este domingo a El Salvador.
Por razones de logística, las autoridades decidieron transportar por tierra desde Matamoros, México, los cuerpos de las dos nuevas víctimas de la migración irregular, ya que “es un procedimiento mucho más rápido y mucho más directo”, explicaron autoridades salvadoreñas.
Los cuerpos ingresaron al país por la frontera de La Hachadura, a 90 kilómetros al oeste de la capital salvadoreña, y el ministro de Gobernación, Mario Durán, llegó al lugar para supervisar los tramites en la aduana.
El sepelio se llevo a cabo bajo estrictas medidas de seguridad, donde la familia se hizo presens para darles el último adiós, cuyo acceso fue restringido a la prensa para garantizar la privacidad de ese doloroso momento.
A las exequias asistieron autoridades como el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt; Mario Durán, ministro de Gobernación, y el alcalde de San Martín, Víctor Manuel Rivera.
Poco antes de las 10:00 horas, los féretros con los cuerpos de padre e hija llegaron en una carroza fúnebre al cementerio La Bermeja bajo el resguardo del Cuerpo de Agentes Metropolitanos y la Policía Nacional Civil (PNC).