Tenía que ser mujer .

/ Por Mónica Silva /

A lo largo de este año, han pasado ya varios días nacionales e internacionales sobre las mujeres y las niñas, como el de esta semana. Pensar en el Día Internacional de la Niña es de miedo, de asustarse y de preocuparse, porque ¿qué mundo les estamos dejando?, ¿cómo es?, ¿cómo será? Si promovemos su participación y defendemos sus derechos, juntos podremos construirles un mejor mundo. Sí, a veces suena trillado, lo cierto es que cada entidad federativa hace lo propio, a veces nada o mucho o poco.

En la actualidad, 10 millones de niñas corren el riesgo de contraer matrimonio, casi la mitad de las escuelas primarias de ciertos países carecen de sanitarios para un solo sexo. El 72% son víctimas de explotación sexual. Casi una de cada cuatro niñas entre 15 y 19 años no recibe educación, empleo o capacitación, en comparación con uno de cada 10 niños. Éstas son algunas estadísticas que la ONU ha contabilizado.

Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021, en nuestro país, 70.1 % de las mujeres de 15 años y más ha experimentado, al menos, una situación de violencia a lo largo de su vida. La violencia psicológica fue el principal factor (51.6 %), seguida de violencia sexual (49.7 %), violencia física (34.7 %) y violencia económica, patrimonial y/o discriminación (27.4 %).

Y hablando de discriminación, cuántas veces hemos escuchado el “tenía que ser mujer”. Vaya, a veces ni a mujer llega: “Tenía que ser vieja”, es lo que se escucha, sobre todo al ir manejando un vehículo. ¿Qué ellos no tuvieron madre?, ¿no tienen esposa, hermanas, novia o hijas? Aunque la frase también es dicha por mujeres.

El Inegi ha reportado que 7 de cada 10 mujeres mayores de 15 años han sido víctimas de violencia machista, y la violencia en contra de las mujeres ha aumentado 4% en cinco años.

Los esfuerzos que hacen los diversos organismos por eliminar discriminación, violencia, lograr la igualdad de género, paridad y empoderamiento de las mujeres son tantos, como las grandes historias que hay detrás de cada acción. Pero en ocasiones, pareciera una gran competencia, desleal, por la otra parte. Cuál es la paridad en las cámaras, congresos, comités; o en los gabinetes municipales, estatales y federales. Cuántos puestos son ocupados por hombres y cuántos por mujeres, curioso es el caso de foros de la mujer con un presídium lleno de varones. O publicaciones, donde líderes hablan de unidad y de equipo, y en la mesa la minoría es cubierta por mujeres. ¿Qué decimos? ¡Eso es violencia! ¡Es discriminación!, y a veces de ahí no pasamos y ellos siguen haciendo lo mismo, aunque en la orden venga de una mujer.

¿Qué estamos haciendo? Porque todo influye, todo acto tiene una consecuencia. Talvez lo que realmente deberíamos hacer, y que no quede sólo en un documento, es avanzar como lo hacen los cangrejos, desplazándonos lateralmente, transversal, para que todos, en unidad participemos y logremos grandes cambios. Estos empeños continúan combatiendo obstáculos, miradas, dimes y diretes. Como el Plan Estratégico para 2022-2025 que conceptualizó la Junta Ejecutiva de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, que cito textualmente, busca guiar a ONU-Mujeres durante los próximos cuatro años, con la vista puesta en el plazo de 2030 para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En él se explica cómo utilizará ONU-Mujeres su singular mandato triple, que abarca actividades de apoyo normativo, coordinación del sistema de Naciones Unidas y operacionales, para movilizar una acción urgente y sostenida con miras a lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas y apoyar la consecución de la Agenda 2030.

Nuestra Agenda 2030, tan famosa y tan olvidada, tiene entre sus 17 objetivos el quinto, que es: lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas. El cual consta 9 metas bien definidas y líneas de acción para cumplir y lograr todos los ODS.

“Ha llegado nuestro momento: nuestros derechos, nuestro futuro”, es el lema para 2022, del Día Internacional de la Niña. Lo cierto es que, el momento de las niñas es hoy, no importa cuando leas esto.