**Alhajero .
/ Martha Anaya /
La orden fue rotunda y provino del presidente de la República: Alejandro Encinas no se va. Se queda al frente de la Comisión por la Verdad (en el caso Ayotzinapa) y vamos a apoyarlo con todo. Hay que contrarrestar la campaña en contra de él y del informe que presentó.
Y la maquinaria se echó a andar. El propio López Obrador encabezó la defensa y arropó al subsecretario de Gobernación desde la mañanera. Una, dos, tantas veces como fuera necesario, indicó, porque al frente —él mismo lo reconoció— tenía no sólo al viejo régimen, sino a miembros del Ejército y de la Fiscalía General de la República. Vinieron entrevistas aquí y allá con el jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Desde las plataformas del Gobierno de la República como de medios afines y periodísticos, y siguió una fila de spots en redes sociales desde la Secretaría de Gobernación.
Un Encinas tambaleante hasta hace unos días —con la reiterada renuncia en el bolsillo— y bajo fuego intenso, recibió, a su vez, la petición de Palacio Nacional de resistir. Y salió a hablar, a defender su trabajo, a señalar incluso a quienes armaron la ofensiva en su contra.
“Era predecible. Estamos sacudiendo las viejas estructuras del poder. Quienes le apuestan a la impunidad jamás imaginaron que íbamos a tomar acciones y decisiones puntuales para resolver este asunto”, reiteró ayer el funcionario.
“Nuestro mandato es conocer la verdad”, subrayó; “si ya dimos un primer paso, no vamos a dejar de dar los subsiguientes para que esos delitos sean castigados”. Y luce echado para adelante y con mayor optimismo. En estos días, por ejemplo, Encinas comentó que la llegada del nuevo fiscal del caso Iguala, Rosendo Gómez Piedra (quien sustituyó a Omar Gómez Trejo) iba a ayudar “a poner orden” en este asunto.
Según dijo, todavía hay dentro de la fiscalía “grupos de interés y compromisos” que han “manoseado” mucho el tema y que han querido “entorpecer” toda la investigación.
En cuanto a trabajar con los expertos del Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI), Encinas dice que si bien tienen algunas diferencias —y les responde que nadie les sembró “un testigo impostor”—, mantienen una buena relación y seguirán algunas líneas de trabajo juntos.
Su tarea al final de cuentas es “llegar a la fuente original de la información” para “llegar a la verdad” del caso Ayotzinapa.
Y ahí va —todavía— el subsecretario de la Segob con el apoyo de AMLO, caminando como un funámbulo en la cuerda floja frente al vendaval verde olivo y los intereses supervivientes del viejo régimen que amenazan con arreciar.
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GEMAS: Obsequio de la Arquidiócesis Primada de México: “Ante la iniciativa presentada por el Ejecutivo federal para una reforma constitucional en materia electoral, que está ya en la Cámara de Diputados, la Iglesia expresa su preocupación por lo que pudiera alterar la autonomía ciudadana y la imparcialidad partidista”.
