POR GUILLERMO C. ZETINA
De demócrata no tiene nada el presidente de la República. El affaire del Bonilla-gate en Baja California y la intentona morenista de atropellar la Constitución para “hacerse” gobiernos a la medida va hacia un rotundo fracaso. Los demócratas mexicanos nos quedamos esperando que López Obrador condenara y pulverizara el golpe constitucional. Nada de eso. El presidente finge demencia y, con ello, hace un guiño a los conspiradores de Mexicali. Ni don Porfirio o Santa Anna o, de plano, ni el PRI se atrevieron a tanto para apropiarse a la mala del poder público.
Don Porfirio es condenado por la historia por detentar más de 30 años el poder. Santa Anna es defenestrado por su entreguismo a Estados Unidos, su centralismo y su ambición por la presidencia. El PRI tiene el estigma de más de 70 años ejercidos del poder de manera absoluta, arbitraria, devastadora.
Pues ninguno de ellos se atrevió a tanto, como ahora la cosa esa llamada Morena: pisotear la Constitución para mover a su antojo los tiempos de permanencia en cargos públicos. Los personeros de López Obrador en Baja California, liderados por Jaime Bonilla, gobernador que debe asumir (si no se le cae antes el mundo) en noviembre próximo, se echaron el tiro de tomar por asalto el Congreso estatal y, a billetazo limpio, hacer valer la intención de alargar de 2 a 5 años el lapso para que Bonilla tenga la gubernatura. El único detalle es que los electores sólo lo eligieron para 2 años. Pero la soberbia que dan los 30 millones de votos hace estragos y ahora cualquiera desea un gobierno con un menú de meses al gusto…
Bonilla, cuatazo del presidente, se sirvió con la cuchara grande después de ganar en las urnas la gubernatura, aunque sólo -pecata minuta- haya tenido el 30% de los votos. Con el apoyazo del tabasqueño, se siente con ínfulas para despedazar la Carta Magna y gobernar el estado el tiempo que se le antoje. Y en esas andamos. Lo que se le reprocha al presidente macuspano es su afán de cotorrear cuando fue interrogado acerca de este agravio histórico a la Constitución. Primero dijo que no tenía comentarios y luego que no creía que algo así ocurriese.
Pero una condena puntual, una descalificación severa para los golpistas morenistas de Baja California, aún la esperamos. Mejor otros personajes de izquierda y derecha han puesto el grito de alerta ante el tartamudeo presidencial. Cuauhtémoc Cárdenas habla de un albazo legislativo de 21 diputados locales convocados al vapor y descalifica la intentona. Porfirio Muñoz Ledo pega el grito en el cielo, a pesar de cobrar en Morena, y demanda desaparecer poderes. Ifigenia Martínez califica el hecho de inconstitucional e inmoral. Denise Dresser dice que Morena ha cometido un agandalle al peor estilo priísta. Muchas voces críticas hablan de que se viola el precepto de la no reelección; que nunca antes se ha extendido el período de un gobernante en México (@ExijamosM); Guadalupe Acosta Naranjo pregunta: ¿Es ensayo presidencial? y remata que ni don Porfirio ni Santa Anna se atrevieron a ampliar mediante decreto su período de gobierno.
Todos coinciden en que, si la Corte no frena este golpe constitucional, sería posible que los Congresos estatales, o el Congreso de la Unión, amplíen o reduzcan los tiempos de los gobernantes. Es decir: un alcalde podría estar 6 años y no 3; un gobernador podría serlo 12 años y no 6…y un presidente de la República podría estar no seis, sino 12 o 100 años, si se lo propusiera…
La tribu morenista, liderada por la presidenta del partido, defiende la atrocidad esa que ocurre en Baja California y, en el colmo, un subsecretario de gobierno de Gobernación, Ricardo Peralta, se llena de cinismo al decir que la boleta de votación no especificaba para cuántos años es el mandato de Bonilla. El secretario de gobierno electo, Amador Rodríguez Lozano, un priísta medrando ahora bajo los colores guindas, defiende el periodo de 5 años de su jefe, pensando de seguro en la sucesión.
Uno de los ángulos bochornosos de este episodio del morenismo en Baja California es el papel de los diputados al Congreso local. De 25 legisladores, sólo hay 3 de Morena. Y créalo o no, pudieron “ganar” la votación de la vergüenza. Se dice que el morenismo disparó cañonazos de un millón de dólares a cada uno de los 8 diputados del PAN; 4 del PRI y otros del PT, MC y PRD, para asegurar 5 años al gobernador Bonilla. Esta denuncia la hizo nada menos que el presidente del Congreso local, Edgar Benjamín Gómez, quien también supo de la oferta de billetes verdes para burlar y atropellar la voluntad de los votantes.
Vergüenza peor aún, tomando cuenta que el morenismo de López Obrador cometió esta bribonada en una entidad donde la democracia floreció a pesar del poder priísta. En efecto, hace 30 años, en 1989, Ernesto Ruffo Appel se alzó con la gubernatura (PAN) por primera vez en la historia de la oposición en México. Y más vergüenza, porque diputados panistas de ese estado sucumbieron ante el soborno guinda y mancillaron la histórica lucha democrática de Acción Nacional en Baja California.
Mientras el presidente López Obrador ningunea esta afrenta a la democracia y la Corte está a punto de fallar, el gobernador Kiko Vega dice que la reforma morenista no pasará y que puede darse el caso de que Bonilla no asuma en noviembre; y el dirigente de Coparmex, Gustavo de Hoyos, revela que el propio López Obrador y el bandolero Bonilla pactaron la ampliación del mandato. Mientras que cunde la especie de que los 3 diputados morenistas de Baja California, de seguro bien maiceados, serán sancionados y tal vez tengan que devolver los billetes verdes del oprobio.
Ojalá fracase esta afrenta a la ley por parte de Morena en Baja California, tenga o no el apoyo descarado de López Obrador. Si no, cualquiera puede gobernar 10, 20 o hasta 30 años, más que el mismo don Porfirio. (Sólo falta que los de Morena nos salgan ahora con que hay que seguir el ejemplo del porfiriato porque, después de todo, cuando fue presidente el oaxaqueño el peso valía lo mismo que el todopoderoso dólar…)
Ya en serio: con López Obrador y sus ambiciosas huestes… ¿nadie por encima de la ley?… ¿Aunque sean compadres o cuates consentidos?
Oportunidad de oro para que la bocabajeada Suprema Corte de Justicia se haga de algunos puntos en favor.
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