Línea Política.
/Agustín Contreras Stein. /
ESTÁ por terminar este año dos mil veintidós, con una serie de conjeturas respecto de la sucesión, tanto a nivel nacional como estatal, considerando que ambos eventos políticos se desarrollarán en la misma jornada política del dos mil veinticuatro.
Dos mil veintitrés será, sin duda, la antesala del proceso político más importante para los mexicanos, en general, es decir, la sucesión presidencial, aunque para los veracruzanos, se tendría que sumar su propia sucesión con respecto al cambio de gobierno en el mismo año.
En ambos casos, se considera que todo lo que vaya a suceder en el amplio espectro político del próximo año dos mil veintitrés, tendrá repercusión inmediata, porque los procesos electorales del Estado de México, y Coahuila, arrojarán datos casi precisos del comportamiento político electoral del resto de ciudadanos que habrán de definir el rumbo del país, eligiendo a un nuevo presidente de la república, y particularmente para los veracruzanos, a un nuevo gobernador del Estado.
Si los mexicanos, en general, están acostumbrados a dar una lección a sus gobernantes, cuando éstos no acatan los mandamientos populares, como sucedió, de alguna manera, en el dos mil dieciocho, es interesante conocer lo que sucederá en el dos mil veinticuatro, porque si bien todavía existe una gran mayoría que apoya a la cuarta transformación, también es evidente que los cambios en la forma de pensar electoralmente hablando, ya están presentes y no solamente dentro de aquella población que no ha estado en favor de López Obrador, o de Morena, como su partido, sino en aquellos que los han seguido por todo el tiempo de estos cuatro años del ejercicio constitucional del poder.
Por eso, hay que tener en cuenta lo que viene, es decir, lo que arrojen los resultados político electorales del próximo año, que ya está a la vuelta de la esquina, pensando que los procesos que se tendrán en seis meses, aproximadamente, den más claridad de lo que puede suceder en el siguiente año. Por lo pronto, se está seguro que los termómetros políticos se elevarán después del medio año dos mil veintitrés, porque los tiempos políticos, como todo mundo sabe, se han adelantado considerablemente, luego de que el mismo presidente de la república, estableciera sus propios tiempos para su propia sucesión.
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BUEN AÑO PARA XALAPA.
ESTE AÑO QUE CULMINA, el ayuntamiento de Xalapa, pudo entregar, con gran esfuerzo, más de doscientas cincuenta obras a los xalapeños, con una inversión histórica de más de cuatrocientos setenta y ocho millones de pesos, lo que beneficia a miles de habitantes de esta ciudad capital.
Lo que se pudo conocer a través del primer informe de gobierno, presentado el pasado martes por el alcalde Ricardo Ahued Bardahuill, se puede constatar, directamente, en las calles de la ciudad, donde se han realizado trabajos de rehabilitación que eran de urgente necesidad para mantener una ciudad funcional en estos tiempos de grandes crecimientos, tanto poblacionales, como vehiculares, que dan, finalmente, un importante movimiento a esta capital veracruzana.
El primer informe del gobierno municipal, resultó ser una verdadera relación de beneficios que se lograron en un año, el primero de esta administración, lo que representa un gran éxito, considerando que se comenzaba a realizar la tarea municipal, pero que gracias al esfuerzo de las autoridades y de la misma población, se tuvo, al final un cúmulo de resultados positivos.
Dos mil veintitrés, se presenta con un nuevo reto, es decir, superar lo que se ha hecho por ahora, con una mayor inversión y con atención a mayores demandas de la población. Así lo ha dicho el presidente municipal, así lo entienden los propios xalapeños, que hasta ahora viven satisfechos del trabajo del nuevo gobierno de Xalapa.
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SE CIERA OTRO AÑO, OTRO CICLO DE TRABAJO.
HOY, GUARDAMOS ESTE pequeño espacio para agradecer a todos nuestros lectores, la oportunidad de permitirnos seguir siendo enlaces de lo que sucede públicamente, con lo que quiere saber la sociedad.
Se cierra otro año, otro ciclo de trabajo, para este columnista, que de acuerdo a lo que siempre hemos dicho al final de cada entrega de esta columna, aquí estaremos permanentemente, mientras otra cosa no suceda.
Nuestro quehacer, no es de ahora, sino desde hace más de cincuenta años, cuando decidimos combinar nuestro trabajo de abogado, con la importante misión de comunicar. Esperamos seguir en esta brecha, en el próximo año que se avecina, donde todo pinta ser mejor para todos. Así lo esperamos, así lo deseamos, porque el país, el Estado, todos nosotros, todo el mundo, así lo necesitamos.
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Y EL LUNES, Aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.