*Escrito por Berenice Chavarría Tenorio .
28.04.2023 /CimacNoticias.com/ México.- A las mujeres sobrevivientes de violencia machista el abandono institucional las desgasta, incluso pone en riesgo su integridad física y emocional, esto aún cuando ya enfrentaron una agresión que estuvo a punto de quitarles la vida.
Sobrevivir no es garantía, pues coloca a las mujeres en una situación de vulnerabilidad que es ignorada por el Estado, ya que precisamente el haber sobrevivido conlleva al olvido y a la revictimización institucional.
“Que la mujer esté viva no quiere decir que está fuera de peligro”, señaló en entrevista con Cimacnoticias la abogada Montserrat García, quien acompaña a sobrevivientes de violencia química a través de la Fundación Carmen Sánchez.
Negativa del Estado a brindar atención médica a mujeres sobrevivientes
En Nuevo León, Liliana fue víctima de violencia física, sexual y química, misma que casi termina con su vida el 23 de marzo de 2022 luego de que fuera secuestrada.
Actualmente vive amenazada y su caso está “estancado”. Sumado a ello, recientemente su salud se vio comprometida debido a que padece una infección en la piel. Intentó acudir al hospital privado donde normalmente le eran realizados sus procedimientos médicos; sin embargo, poco antes de que llegara, el personal de la Secretaría de las Mujeres y del Sector Salud de Nuevo León le informaron que sus cirugías ya no podrán realizarse en dicho lugar debido a que “ya se había rebasado el presupuesto”, entonces fue enviada al Hospital Universitario Dr. José Eleuterio González, del Sector Salud.
En este hospital estuvo sin recibir atención médica por más de 24 horas, con malestar físico y emocional, pues ella no quería volver a este lugar donde se mantuvo internada por tres meses (los primeros tres meses después del ataque). En ese tiempo “fueron negligentes, la dieron de alta antes y pusieron en riesgo su vida”, detalló la Fundación Carmen Sánchez.
Nuevamente su vida fue puesta en riesgo debido a que el estado decidió retirarle el acompañamiento hospitalario privado y especializado, aún cuando era el momento en que más lo necesitaba.
“Las víctimas requieren muchas operaciones, atención médica. En el caso de sobrevivientes de violencia química muchas de las operaciones son por parte de cirujano plástico, pero las autoridades les dicen que no pueden cubrir esas operaciones porque las consideras un capricho”, explicó Montserrat García.
Lo anterior sin entender que para las mujeres sobrevivientes pisar un quirófano es poner en riesgo su vida, ya que, por ejemplo, constantemente requieren anestesia en su cuerpo, lo que provoca afectaciones en órganos como el corazón.
“Con el personal de salud es donde empieza la violencia institucional, ahí falta más sensibilización en este tipo de situaciones”, refirió la abogada.
Autoridades se niegan a brindar medidas de protección
La violencia contra las mujeres no constituye una serie de situaciones aisladas, por el contrario, “se trata de un conjunto de técnicas de coerción que se insertan en un mismo proceso de dominación y control”, destaca la organización Equis Justicia. En ese sentido, las mujeres sobrevivientes enfrentaron diversos tipos de violencia antes de ser expuestas a un intento de feminicidio, muchas de ellas incluso solicitaron medidas de protección que les fueron negadas o se otorgaron de forma no eficiente.
“Hay mujeres que constantemente ya habían acudido a solicitar medidas de protección,, pero no se las dan. Se han salido de sus hogares y se van a vivir con otros familiares, pero no tienen la garantía de que no les pasará nada”, detalló Montserrat García.
Una vez que la mujer sobrevivió a una tentativa de feminicidio el camino para acceder a medidas de protección tampoco es sencillo, aún cuando las amenazas son una constante en muchos de los casos.
“Tardan en dar medidas de protección, las autoridades no evitan que la víctima vuelva a vivir un ataque inminente. Son amenazadas por el agresor, aún cuando está en prisión o ahora son agredidas por la familia u otras personas”, explicó la abogada.
Situaciones como la anterior se ven reflejadas en casos como el de Luz Raquel Padilla, quien en 2022 fue víctima de feminicidio. Días antes de que se perpetrara el ataque en su contra la madre denunció que las autoridades jaliscienses le negaron protección, pese a mostrar evidencias de las agresiones que se habían perpetrado en su contra.
“Ayuda, mi agresor me atacó con cloro industrial y mi seno izquierdo está mal. Las amenazas de muerte son a diario porque es mi vecino mi agresor, ya levanté mi denuncia pero no hacen nada por protegerme, tengo miedo por mi vida y la de mi familia”, escribió Luz Raquel el 17 de mayo. Dos meses después, fue quemada viva en Zapopan.
A lo anterior vinieron una serie de declaraciones por parte de autoridades de Jalisco que lo único que hicieron fue revictimizar Luz Raquel al grado de incluso culparla de su feminicidio, ignorando la responsabilidad institucional que ignoraron.
Ante ello Montserrat García destaca la importancia de prevenir las violencias contra las mujeres, que las y los encargados de impartir justicia analicen el contexto y los antecedentes de agresión que enfrenta una mujer y que se garantice un acompañamiento luego de que la víctima sobrevivió a un intento de feminicidio.