Compromiso familiar .

**Guadalupe Loaeza .

Qué bueno que Andrés Manuel López Obrador aclaró de una vez por todas que ni él ni su familia “intervendrán en el proceso para la elección del coordinador nacional de los comités de defensa de la Cuarta Transformación”. Esta aseveración barroca, dicha en la mañanera del martes, seguramente iba dirigida no nada más a las seis “corcholatas”, quienes tal vez podrían haber incurrido en la tentación de invitar a su hijo Andy o a sus dos hermanos, Pío y José Ramiro López Obrador.

En cuanto a Andy, invitado por Marcelo a encabezar una Secretaría de la 4T creada para él, de inmediato mandó una carta, como “compromiso familiar”, al precandidato, la cual decía: “Aunque agradezco tu generosa oferta, prefiero mantenerme al margen y rechazar la misma para que no pueda ser utilizada a favor o en contra de ninguno de nuestros compañeros, que, de manera legítima, trabajan también por liderar la defensa de la Cuarta Transformación del país”, escribió horas después de la propuesta de Ebrard en una hoja con el membrete “Finca Rocío”, empresa de cacao de la que es dueño.

De los hermanos del Presidente, no ha habido un rechazo tan explícito. Pío apoya y acompañó esta semana a Ebrard en un flamante Mercedes Benz blanco. Sus seguidores en el mitin lo reconocieron de inmediato y le aplaudieron efusivamente, mientras Marcelo caminaba con una sonrisa juvenil en su gira por el Estado de México muy satisfecho de su invitado. José Ramiro, copia al carbón de un AMLO más joven, era igualmente homenajeado al lado de la “corcholata favorita”. Hay que decir que con José Ramiro el Presidente ya había tenido uno que otro desencuentro. Después de que criticara a Adán Augusto López, diciendo que no pudo con su estado y que menos podría con el país, el mandatario se enojó y apuntó: “Mi hermano no me representa”.

Sobre la invitación que le hiciera Ebrard a “Andy” para sumarse a su equipo y la evidente participación de sus dos hermanos, me pregunto si López Obrador no aprovechó estas intromisiones para que a nadie se le ocurriera en el futuro invitar a alguno de sus familiares. Lo de su hijo quedó claro con la carta, pero ¿cómo parar a los hermanos? ¿Por qué se meten de una forma brusca sabiendo que al único que perjudican es a su hermano, el Presidente? ¿Cuántos resentimientos no existirán, como en cualquier familia, en la de López Obrador?, ¿cuántas envidias y cuántos malos entendidos? No en balde en la entrada de Wikipedia sobre el Presidente, en el rubro de “familiares”, nada más aparece el nombre de su prima Manuela Obrador Narváez. ¿Cuál será la mano misteriosa que quitó los nombres de los hermanos del Presidente, el mayor de los siete hijos? Sabemos que José Ramiro López Obrador, quien ha desempeñado cargos públicos en el estado de Tabasco, ha estado involucrado en escándalos relacionados con corrupción. Igual que Pío, a quien se le recuerda por los sobres llenos de dinero que recibió para campañas de Morena en Chiapas. Con razón ya no aparecen en la Wikipedia, porque ellos sí que no “tienen compromiso familiar” con el mayor de sus hermanos.

Respecto a la prisa que tiene López Obrador para organizar como a él se le da la gana las campañas para la transición presidencial, me pregunto si no es a raíz del vahído que padeció en Mérida en abril pasado. Se trató de minimizar diciendo un montón de cosas como que fue un váguido por el Covid y que fue un “desmayo transitorio”. ¿Qué le habrán dicho los médicos que lo atendieron? ¿Qué tanto se habrá asustado el propio Presidente al grado de querer poner el mayor orden posible a sus pendientes y adelantar el proceso sucesorio morenista? ¿Por eso insistirá tanto en reemplazar a los funcionarios que han dejado su puesto con integrantes jóvenes, algunos de los cuales, da la casualidad, son amigos de su hijo Andy? No ha de ser fácil para un hombre como él, tan apegado al poder, dejar la Presidencia.

No hay duda que a López Obrador se le está acabando el tiempo como Presidente. No hay duda que el Tren Maya no estará listo, ni la refinería, y que tampoco se habrá resuelto, en el tiempo que le falta, la violencia, las confrontaciones con Estados Unidos, ni tampoco tendrá tiempo de dejarnos un sistema de salud como el de Dinamarca.

Para mí que Andrés Manuel López Obrador se está despidiendo…

gloaezatovar@yahoo.com