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21.08.2023 Guatemala.- En una elección que ha tomado a muchos por sorpresa, Bernardo Arévalo de León, un candidato impulsado por una plataforma anticorrupción y con vínculos familiares con el expresidente Juan José Arévalo Bermejo, ha ganado la presidencia de Guatemala.
Con el 95% de las mesas de sufragio contabilizadas según el conteo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Arévalo ha asegurado la presidencia con un sólido 59% de los votos, superando a su rival, la ex primera dama Sandra Torres, quien obtuvo un 36% en el conteo oficial.
La presidenta del TSE, Irma Palencia, expresó su entusiasmo por la tendencia evidente en el conteo: “Afortunadamente ya tenemos una tendencia sumamente importante”. Esta victoria marca un giro inesperado en la política guatemalteca, ya que Arévalo ha logrado vencer en una segunda vuelta a Torres, a pesar de los persistentes intentos de la Fiscalía por cuestionar tanto su candidatura como la de su partido político, Movimiento Semilla.
El diplomático y sociólogo de 64 años ha emergido como el nuevo líder de Guatemala, y asumirá el cargo para el periodo 2024-2028. Su victoria ha sido una sorpresa, ya que en las elecciones generales de junio logró el segundo lugar con más de 600,000 votos, desafiando las expectativas de las encuestas que lo situaban en el octavo puesto.
Con el 90% de los votos escrutados, Arévalo de León ha conseguido un total de 2.2 millones de votos a su favor, lo que representa el 59% del total, mientras que Torres Casanova ha acumulado 1.3 millones de votos, equivalente al 35% de los sufragios. El Tribunal Supremo Electoral se prepara para oficializar el resultado, permitiendo que Arévalo de León asuma la presidencia el 14 de enero de 2024, sucediendo al actual mandatario Alejandro Giammattei.
Esta elección ha sido catalogada como la más controvertida en la historia reciente de Guatemala desde que se estableció la democracia en 1986. La intensa judicialización y la intervención de la Fiscalía, cuyos fiscales han sido sancionados por corrupción por el Departamento de Estado de Estados Unidos, han añadido un nivel sin precedentes de complejidad al proceso electoral.
Bernardo Arévalo de León, nacido durante el exilio de sus padres en Uruguay y regresado a Guatemala en 2013, asume la presidencia sin manchas en su carrera política y con una postura ampliamente conciliadora. Su sorprendente éxito en la primera vuelta reflejó su capacidad de resonar entre los votantes, a pesar de las predicciones de las encuestas que lo ubicaban en un lugar inferior.
Con un enfoque centrado en combatir la corrupción y un deseo de emular la presidencia de su padre, Arévalo de León ha alterado el panorama político guatemalteco de manera significativa. Su victoria representa un cambio en la dirección política del país, que tradicionalmente ha sido liderado por presidentes conservadores con tendencias de derecha en el espectro político.
A pesar de los desafíos y la controversia que han rodeado esta elección, Bernardo Arévalo de León está listo para liderar Guatemala en los próximos años, con la visión de un cambio y la determinación de combatir la corrupción y guiar al país hacia un nuevo rumbo.