*
08.09.2023 Texas, EUA.- En un desarrollo legal que desafía la política de inmigración del gobernador de Texas, Greg Abbott, un juez federal ha emitido una orden que requiere que el gobierno de Texas retire las boyas flotantes que han sido fuente de controversia en el río Grande. Estas boyas, diseñadas para frenar los cruces irregulares en la frontera, han generado tensiones tanto a nivel nacional como internacional, en medio de acusaciones de desinterés por parte del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y se espera que Abbott apele la decisión.
Esta decisión del juez de Distrito David Ezra llega después de más de un mes desde que el Departamento de Justicia presentara una demanda contra el estado de Texas debido a la presencia de estas boyas flotantes. El juez Ezra advirtió sobre el riesgo que representa esta estructura para la relación con México y recomendó que las boyas se reubiquen en tierra, en la orilla del río, antes del 15 de septiembre, fecha emblemática que coincide con el Día de la Independencia de México.
Esta orden coloca a la administración local de Texas en una situación delicada, dado que cuenta con tan solo nueve días para cumplir con la resolución judicial. Aunque no se han especificado las consecuencias exactas en caso de incumplimiento, el magistrado ha subrayado la creciente tensión en las relaciones bilaterales con México como una consecuencia directa de esta estructura en el río.
El juez Ezra ha enfatizado que la situación actual ha alcanzado un nivel de “tremenda tensión” entre los dos países, un hecho que se ha corroborado con las tres quejas diplomáticas presentadas por México a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), exigiendo la retirada inmediata de las boyas flotantes. La tensión se intensificó aún más después de que se encontrara un cuerpo en la estructura, aunque el Departamento de Seguridad del estado de Texas rápidamente aclaró que la víctima se había ahogado antes de caer en la barrera.
El juez instó a Texas a rectificar esta controvertida medida, que ha sido objeto de críticas por parte de activistas y ha generado desacuerdo con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien incluso argumentó que más de la mitad de la barrera sobrepasa los límites fronterizos.
David Ezra ha subrayado que Texas no ha proporcionado pruebas convincentes de que la presencia de las boyas haya tenido un impacto significativo en la reducción de la inmigración ilegal. La estrategia de Abbott, que buscaba recuperar políticas similares a las de la era de Donald Trump, no ha logrado los resultados esperados.
En contraste, datos actualizados de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) indican que esta estrategia no ha dado los frutos deseados. El número de arrestos de migrantes irregulares en la frontera ha aumentado un 26% en el último mes, pasando de 144,000 capturas a 183,000. Estos aumentos se han producido a pesar de la presencia de las boyas flotantes y otras medidas implementadas en el marco de la cuestionada “Operación Estrella Solitaria” de Abbott.
En resumen, la orden del juez representa un desafío a la política de inmigración de Texas y resalta la importancia de las relaciones fronterizas con México en la toma de decisiones relacionadas con la seguridad fronteriza. La controversia en torno a las boyas flotantes subraya la complejidad de los problemas fronterizos y la necesidad de encontrar soluciones efectivas basadas en evidencia para abordarlos.