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26.03.2024. Tampa, Florida. .-La ex velocista cubana, subcampeona olímpica en México 68, Violeta Quesada, falleció el domingo 24 de marzo, en la ciudad floridana de Tampa.
La gloria deportiva, de 76 años, estaba de visita en Tampa, en casa de familiares, cuando ocurrió un trombolismo cerebral, que le causó la muerte.
Violeta, nacida en Santa Clara el 11 de julio de 1947, deslumbró en el atletismo cubano a los 15 años. Un año después se incorporó a la preselección nacional de esta disciplina.
“Acompañamos en su dolor a familiares y amigos de Violeta Quesada, miembro de la posta de 4×100 metros que conquistó plata para Cuba en los Juegos Olímpicos de México 1968. También laureada en otros eventos, su fallecimiento genera profundo dolor en el deporte cubano”, señaló el presidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) Osvaldo Vento.
María Caridad Colón, miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) y vicepresidenta de la Federación Cubana de Atletismo, también lamentó el suceso: “Fue una de las imprescindibles en esa generación que abrió el camino de los logros. Junto a sus compañeras de aquella posta fue un ejemplo a seguir por todas las mujeres”.
En Winnipeg, Canadá, durante los Juegos Panamericanos de 1967, Violeta Quesada se proclamó campeona en el relevo corto. Junto a sus compañeras, vencieron a las favoritas estadounidenses, dejando una marca imborrable en la historia del atletismo cubano.
Sin embargo, su mayor conquista llegó un año después, en los Juegos Olímpicos de México 1968. Formando equipo con Miguelina Cobián, Marlene Elejalde y Fulgencia Romay, Violeta alcanzó la presea de plata en la prueba de 4×100 metros. Esta hazaña las convirtió en leyendas del deporte cubano.
Tras su retiro del deporte activo, Quesada se graduó como Licenciada en Cultura Física y se convirtió en entrenadora de velocidad de varias áreas deportivas, donde transmitió sus conocimientos y experiencia a las nuevas generaciones de atletas.
En reconocimiento a su brillante trayectoria, en noviembre del 2005 fue exaltada al Salón de la Fama de la Confederación Centroamericana y del Caribe de Atletismo. Este honor la posicionó como un ícono de esta disciplina en la región.
