* Escrito por Rita Magaña Torres .
31.03.2024 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- En un espacio de reflexión, la consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Carla Humphrey Jordan, dio las directrices que deben tomar en cuenta las y los periodistas para evitar expresiones que puedan ubicarse como violencia política en razón de género, a partir de una adecuada ponderación entre libertad de expresión y crítica fuerte, severa e incómoda, dirigida a candidatas que compiten en las elecciones federales.
Hoy, de acuerdo con mediciones del INE, se dan cuenta que hay una brecha de cobertura mediática exacerbada dirigida hacia hombres aspirantes a cargos de senadurías y diputaciones, esto, a pesar de los lineamientos de paridad, y en los medios de comunicación las mujeres políticas aspirantes a un cargo no sobrepasan una tercia parte de cobertura mediática que ellos tienen.
Durante el conversatorio ¿Cómo se ejerce violencia política de género a través de los medios de comunicación?: Libertad de Expresión en Materia Electoral, transmitido en redes sociales de la Red Rompe el Miedo, y moderado por la periodista Lucía Lagunas Huerta, directora de Comunicación e Información de la Mujer A. C. (CIMAC), quien comentó que el objetivo es ir colocando elementos centrales sobre la violencia política contra las mujeres en razones de género, un elemento importante para el ejercicio periodístico.
Específicamente, Humphrey, abundó, respecto de la difusión que los medios de comunicación generan en las coberturas electorales donde se reproducen roles o estereotipos de géneros, y citó como ejemplo la cosificación de mujeres, que se presentan en roles de víctimas o como objetos sexuales, reproduciendo sus atributos o sus presuntos vínculos o relaciones afectivas y al ejercicio de su sexualidad; otra forma es que se refuerza la imagen de mujeres vinculadas roles domésticos (madres, ama de casa, cuidadora de familia) o existe un énfasis desproporcionado respecto de su vida privada.
También, añadió, cómo se ahonda en los rasgos físicos o vestimenta, que tenga más peso el cómo se ven, como se visten las candidatas o sus rasgos físicos, dejando de lado sus acciones, trayectoria, capacidades e historia laboral; tendencia a mencionar la edad de las candidatas, y con ello minimizar su capacidad o experiencia debido a su juventud, porque no se ve este tipo de cuestionamientos a candidatos hombres.
Asimismo, agregó, se cuestionan las capacidades de las mujeres en la política, “como si los hombres lo estuvieran o hubieran pasado un examen o por nacer hombres, ya tuvieran acreditados o las credenciales para poder ocupar distintos cargos de elección popular, me parece que hay que impulsar el debate público, con el propósito de informar, prevenir, atender, sancionar y erradicar el problema”.
Dijo que es una tendencia cuestionar las capacidades de las mujeres, con una falta de autonomía, impotencia, fragilidad o insuficiente preparación.
“Incompetencia, dependientes del liderazgo, generalmente ligadas a hombres, si trabajaron en un equipo de hombres es que siempre les van a dictar qué hacer, van a tener que ir a tocar pista de cómo van a resolver, cómo tendrían que votar, cómo tendrían que posicionar un tema, como si nunca pudieran separarse con claridad ahora ocupando personalmente un cargo público, que no sucede tampoco con los liderazgos de hombres”, destacó.
Además, en esta coyuntura electoral se hace más que necesario y pertinente conocer sus elementos para evitar cualquier tipo de de acciones que pudieran calificarse en ese tipo de violencia, sobre todo cuando la mitad de los cargos de elección que compiten a lo largo y ancho del territorio nacional están integrados por mujeres.
Este espacio de diálogo fue organizado por la Red Rompe el MIedo, CIMAC y Artículo 19, tres organizaciones que consideraron importante esta reflexión con las y los periodistas, para seguir alimentando la parte profesional y por otro lado también la seguridad.
Carla Humphrey Jordan consideró que se debe establecer una educación y sensibilización de las periodistas, quienes deben estar bien informadas sobre el concepto de violencia política contra las mujeres en razón de género y sus distintas manifestaciones.
Hizo énfasis que la violencia contra los periodistas es un tema muy importante y que se acrecienta dado que pueden sufrir acoso y ataques cuando informan temas relacionados con violencia política en razón de género, como un factor para censurar o silenciar las voces que ponen énfasis, precisamente, en los casos en los que se está cometiendo esa irregularidad.
Señaló la necesidad de recurrir a talleres para que cuenten con información sobre el proceso electoral, las campañas de las candidatas y los candidatos, es muy relevante escuchar la voz de las víctimas, con el objetivo de ayudar a generar esta conciencia sobre el tema, cuáles son las formas en las que se violenta de manera más recurrente a las mujeres, de forma muy clara, han visto el aumento de la violencia digital contra las mujeres en los procesos electorales.
«Los y las periodistas deben evitar estigmatizar a las víctimas, culpabilizarlas, cuestionar su credibilidad, revictimizarlas, promover el uso de lenguaje incluyente y no sexista, verificar la información para no difundir datos falsos, con estereotipos de género, rasgos en subordinación, con comentarios relacionados con la edad, subordinación a perfiles masculinos, cuestionar la capacidad de las mujeres en la educación, si son frágiles y no tienen el ímpetu necesario».
La consejera electoral hizo referencia que se dedican menos tiempo a transmisión de las mujeres que a los hombres en las campañas, según los resultados del monitoreo de campañas del INE del 1 al 10 de marzo, en la candidatura a la Presidencia de la República se tiene mayor cobertura de mujeres, porque hay dos candidatas y un candidato, pero en el caso diputaciones, la cobertura de mujeres es de 6 horas con 37 minutos y de hombres es de 18 horas con 54 minutos.
En el caso de senadurías, la cobertura de mujeres es 10 horas con 34 minutos, mientras que de hombres es de 21 horas con 12 minutos, sin importar que las postulaciones tienen que ser paritarias, es decir antes podría haber el tema de que había pocas candidatas o precandidatas, pero hoy teniendo la obligación constitucional de tener postulaciones paritarias, sigue habiendo mucho mayor cobertura, más de triple a las campañas de los hombres que de las mujeres, puntualizó.
Precisó que en el caso de las candidatas a la Presidencia de la República, del total de mensajes en este monitoreo se revisaron si las críticas son positivas, negativas o sin valoración, de estas notas informativas que se emiten juicios, las mujeres recibieron el mayor número de críticas negativas, es decir, tiene menos tiempo y además se les critica de forma negativa mucho más, con 204 y los hombres con 105.
Destacó el hecho de que de las críticas negativas, el emisor del mensaje, en el 91 por ciento de los casos son hombres, respecto de las campañas o precampañas de mujeres, el 98 por ciento de los mensajes, tiene que ver también con sus propuestas e ideas y el 2 por ciento con elementos personales.
También, se invisibiliza la violencia política en razón de género, ya que el uso desproporcionado de los medios de comunicación o coberturas mínimas o nulas de las candidatas es un elemento por el que claramente se violenta a las mujeres.
«Por eso, desde el INE se ha establecido que los partidos políticos tienen la obligación de destinar al menos el 50 por ciento del financiamiento público a sus candidatas, pero siguen encontrando mujeres que dicen que no les dan recursos para espacios en radio y televisión para contrarrestar esta poca cobertura que se ve, es un tema fáctico, no es un tema que se imaginen, que la cobertura es muy desigual respecto de las campañas de mujeres, definió la consejera electoral».
Precisó que la violencia política en razón de género también es un tema claramente de violencia política cuando no se informa a las y los electores el ejercicio de los derechos políticos electorales de las mujeres durante el desarrollo de los procesos.
Indicó que este monitoreo está en marcha y ahora ya por obligación legal, el cual comenzaron desde 1994, hoy ya está contenido en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales. Según sus resultados, hasta el momento, se aprecia que a los candidatos hombres se les mencionan con mayor medida dentro de los medios convencionales, a diferencia de las candidatas.
Dijo que en el caso de senadurías, de 121 piezas informativas valoradas, el 73 por ciento es sobre candidatos y solo el 27 por ciento sobre candidatas, en el género de las fuentes informativas los hombres continúan predominando en comparación con las mujeres, los medios de comunicación recurren con mayor frecuencia una fuente de un hombre para entrevistar o cubrir su campaña, que de una mujer.
Apuntó que en el caso de las diputaciones, el 91 por ciento de los mensajes negativos contra las candidatas son emitido por los hombres, además se detectaron mensajes sin uso de lenguaje incluyente y no sexista, y otros que violentan a las mujeres con roles de género, particularmente relacionados con la edad o subordinación con algún hombre.
Aclaró que el Instituto Nacional Electoral, en cada proceso electoral, previa consulta con los concesionarios de radio y televisión, emite lineamientos sobre la cobertura noticiosa, no son obligatorios, pero son una forma de orientar o exhortar a los medios de comunicación de cómo debe difundirse las campañas y las actividades de las y los actores políticos, con la finalidad de garantizar equidad y presencia en los programas, se señalen estos lineamientos para un trato homogéneo en el número de entrevistas y reportajes realizados.
Destacó la importancia de observatorios en las entidades federativas para poner una lupa y visibilizar las nuevas formas en las que se está violentando a las mujeres, particularmente desde el entorno de las y los periodistas, lo cual ayuda a detectar la violencia que sufren, porque parece que si no se visibilizan no existe la violencia.
Los medios de comunicación son un extraordinario referente y herramienta para dar a conocer a las y los ciudadanos las nuevas formas de violencia contra mujeres.