Victorias .

*La Corte.

/ Azul Etcheverry /

 

Se cumplen 20 años de la decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre el Caso Avena y 14 años de la histórica decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en el Caso Padilla. Dos victorias que han sido fruto de un gran trabajo de nuestros representantes en el exterior a favor de nuestra gran comunidad en el vecino país.

Repasemos brevemente ambos casos para después analizar sus alcances e importancia.

En el primero, el Caso Avena se trató de un connacional mexicano que fue arrestado, enjuiciado y sentenciado a muerte en Estados Unidos sin que se respetara el debido proceso, en particular, el artículo 36 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, que, básicamente, estipula el derecho de contactarse con autoridades consulares y de contar con asistencia de ellos ante cualquier eventualidad de encuentro con autoridades. México llevó el caso ante la Corte Internacional de Justicia, máximo órgano judicial mundial, quienes fallaron a favor de nuestro país, ordenando a Estados Unidos revisar y reconsiderar la sentencia no sólo de este caso, sino además el de otros 54 mexicanos.

El Caso Padilla se trató de una decisión histórica de la Corte Suprema de Estados Unidos sobre el caso de un hondureño que fue detenido por transportar marihuana en el estado de Kentucky y a quien su abogado defensor o mal informó sobre que su condena no afectaría su estatus migratorio, por lo que Padilla decidió declararse culpable y esto derivó en una inminente deportación. El caso fue apelado por el mismo Padilla, quien interpuso una moción argumentando que su defensor público no le informó sobre las consecuencias reales de una admisión de culpabilidad. La Corte Suprema federal revirtió la deportación dictaminada por la corte estatal argumentando que los abogados defensores están obligados a informar sobre los riesgos de deportación en estas circunstancias.

Más allá de los términos legales y diplomáticos, estos casos tienen un impacto en muchos sentidos. A nivel internacional, el caso Avena es considerado un hito en la jurisprudencia global, que no sólo fue útil para los 54 mexicanos, sino también, incluso después sirvió como recurso para muchos más que lo invocaran como parte de su defensa.

En la relación bilateral representan triunfos que nos hacen repensar la relación bilateral definida como “asimétrica”, estas “pequeñas” batallas ganadas cobran una gran importancia a la hora de sentarse a negociar cualquier otro asunto, el de enfrente ya no nos ve como inocentes o débiles, ahora sabe que estamos preparados ante cualquier eventualidad y que, en caso de considerarlo necesario, tomaremos las medidas correspondientes para hacer valer nuestra voz y derechos.

Desde el plano unilateral, estos casos han ayudado a que México desarrolle todo un sistema de estrategias creativas para poder defender estos casos, tanto en Estados Unidos, o bien, ante otro órgano mundial como la Corte Internacional de Justicia, tal como en el caso Avena. Ejemplos de esto son el Programa de Asistencia Jurídica a Casos de Pena Capital en Estados Unidos (MCLAP, por sus siglas en inglés) y el Programa de Asistencia Jurídica a Personas Mexicanas (PALE), ambos ideados desde la Cancillería mexicana y ejecutados al día de hoy en toda la red consular y los cuales podríamos resumir como esta declaración política firme de saber que no nos podemos meter en sus leyes ni asuntos internos, pero sí aliarnos, contratar y dar fondos a quienes sí lo pueden hacer en su propio país para así defender a los suyos.

A pesar de que al inicio se mencionó que ya han pasado muchos años de estos sucesos, hoy vuelven a cobrar importancia ante la ley SB4 antiinmigrante en Texas, el incremento del discurso de odio y tendencias racistas, el resultado de estos casos y las herramientas desarrolladas pueden hacer sentir un poco menos inseguros a los nuestros del otro lado del río Bravo y también obliga al cuerpo diplomático y de relaciones exteriores a mantenerse pendiente y creativo para traer otra victoria.