El 3 de julio de 1955 las mujeres emitieron por primera vez su voto en México en la elección a los diputados federales para la XLIII Legislatura, hecho que implicaba uno de los mayores reconocimientos a sus derechos. A finales de la década de 1920 la cuestión del sufragio femenino pasó a formar parte de la agenda de los partidos políticos. Pero fue hasta el 17 de octubre de 1953, Adolfo Ruíz Cortines, publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto donde anunciaba la promulgación de las reformas constitucionales, otorgando a las mujeres el derecho a votar y ser votadas para puestos de elección popular.