Lo que hace falta.

Estela Casados González

Lo que hace falta

Desde hace tres años escucho la misma pregunta: ¿qué es lo que hace falta para terminar con los feminicidios? Hoy, como hace tres años, no sé qué contestar.En 2015, cuando preparábamos la solicitud de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres de Veracruz por el Delito de Feminicidio (AVGM), pensábamos que lo que hacia falta era que se implementara la Declaratoria de Alerta para que se empezaran a resolver las cosas. No ha sido así.La burocratización de la ejecución de las Declaratorias que ha emitido gobierno federal, ha estado presente en cada uno de los dieciocho estados de la república que cuentan con el mecanismo.En Veracruz la Alerta de Violencia de Género ha pasado por tres administraciones gubernamentales, de tres partidos políticos distintos, sin que se note resolución alguna. Al contrario.

Estimaciones hechas por proyectos académicos y de la sociedad civil señalan que en la primera década del siglo XXI, en promedio, Veracruz presentaba mensualmente nueve asesinatos de mujeres. En el bienio 2016 – 2018, se registró un promedio mensual que ascendió a 20. En 2019, según cifras oficiales, hay un promedio mensual de 32 mujeres asesinadas (ya sean feminicidios u homicidios).

Veracruz es un microcosmos de lo que acontece en México. Recordemos que la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), ha implementado Alertas en más de la mitad del país.

Esas entidades aparecen como punteros en los informes sobre violencia contra las mujeres que emite el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) los días 25 de cada mes.

Trece son los municipios veracruzanos que aparecen entre los 100 del país con mayor incidencia de presuntos feminicidios. A saber, Xalapa, Coatzacoalcos, Córdoba, Veracruz, Emiliano Zapata, Minatitlán, Acayucan, Agua Dulce, Huatusco, Papantla, Poza Rica, Río Blanco y Tierra Blanca.

Ni las autoridades, ni el Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario (GIM) que da seguimiento a la AVGM en Veracruz, ni las organizaciones de la sociedad civil, incluso aquellas que interpusieron la solicitud ante CONAVIM, ni las académicas que trabajamos y opinamos al respecto, estamos haciendo trabajo articulado que permita frenar de manera real lo que acontece hoy en día en Veracruz.

Si bien es cierto que en los tres poderes locales recae la responsabilidad directa en materia de prevención de los ilícitos e impartición de justicia, otros sectores de la población no hemos pasado de la queja y el reclamo, de la libre manifestación de la inconformidad. Ahí estamos. Agazapadas.

La indiferencia y falta de actuación nos está cobrando factura.

El gobierno estatal no debe actuar únicamente sobre casos concretos. Decir que se va a resolver y capturar a los asesinos es necesario, pero jamás será suficiente. Hacen falta acciones integrales para revertir una situación que se ha salido de las manos desde hace tiempo, pero que hoy en día luce irreversible.

Sumado a todo esto, no podemos negar que hay intereses políticos y económicos girando en tono a las Alertas.

Concretamente, en Veracruz hemos observado que, del escaso recurso que hay para atender las dos Declaratorias de Alerta de Violencia de Género, éste se ha ministrado con nula transparencia y sin dar a conocer la efectividad de las acciones hechas por las consultoras elegidas.

Por otro lado, en la capital del estado el pasado 28 de septiembre tuvo lugar el concierto musical “Ocupemos el Santuario” en la Reserva ecológica Santuario de las Garzas. En el transcurso de los últimos años ahí fueron arrojados nueve cuerpos de víctimas de feminicidio. Si bien es cierto que la ciudadanía debe de reapropiarse y recuperar los espacios públicos como una de las medidas para abatir los delitos y frenar la violencia feminicida, es fundamental hacerlo a partir de acciones que no revictimicen a las mujeres asesinadas, a sus hijos e hijas que han quedado en la orfandad, a sus familias que reclaman justicia.

Vía redes sociales, se mencionó que el concierto referido era como realizar algo parecido en un campo de concentración.

Desde el urbanismo feminista se ha creado el concepto de ciudades seguras para las mujeres que, desde la perspectiva de género, plantea una estrategia integral de recuperación para crear espacios seguros para la población femenina y, con ello, para la población en general. Bajo esta idea, la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana ha propuesto tanto al gobierno municipal en 2018, como al estatal en 2019, la creación del Parque Illis. Me pregunto por qué no se ha puesto en marcha. ¿Por qué este proyecto elaborado en el seno la Máxima Casa de Estudios de la entidad no ha captado el interés ni los recursos para su ejecución?

En tanto, más allá de intereses personales y económicos, los asesinatos de mujeres continúan. Tan solo para el mes de agosto, los medios de comunicación dieron cuenta de 40 asesinatos de mujeres. El SESNSP informó de 42.

¿Qué es lo que hace falta para terminar con los feminicidios? En principio, trabajar directamente con la población en medidas de prevención, seguridad, justicia y reparación. Si no se inicia con acciones estratégicas, que salven vidas o que permitan que se haga justicia, las cosas irán para peor. Aún no hemos tocado fondo.

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