Iscar Baalderas/
Que México tiene una fascinación con la muerte es mundialmente conocido. Pero que la muerte tiene una fascinación con ciertos lugares del país, no tanto. La preferencia de la huesuda por algunos estados del país solo se hace evidente hasta que se observan los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía: ahí están los lugares por donde la calaca prefiere buscar almas a su guarida.
Con base en las 703 mil 047 defunciones en el país durante 2017, el instituto halló que las tasas más altas de defunción en el país están en la Ciudad de México (6,8 por cada mil habitantes), Chihuahua (6,5) y Veracruz (6,3).
Por el contrario, la muerte se pasea menos por Querétaro (4,8), Aguascalientes (4,5) y Quintana Roo (4,0).
Durante 2017, el 88,6 por ciento de las muertes estuvieron relacionadas con causas naturales, como enfermedades y condiciones hereditarias de salud: en primer lugar, hombres y mujeres mexicanas fallecieron por enfermedades del corazón; en segundo lugar, diabetes mellitus; y en tercer lugar, tumores malignos.
Para los hombres, la cuarta causa más común de muerte es el homicidio, mientras que para las mujeres son las enfermedades cerebrovasculares. En general, contando hombres y mujeres, los asesinatosos son la séptima causa de muerte en la población.
“El 56,1 por ciento (394 mil 322) de las defunciones corresponden a hombres, mientras que 43,8 por ciento (308 mil 281) a mujeres“, contabilizó el INEGI, que aclaró que en el resto de los fallecimientos no hubo forma de confirmar su sexo.
“Y por grupos de edad, la mayor proporción de defunciones se concentra en las personas de 65 años y más (394 mil 237, equivalentes al 56,1 por ciento)”.