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Brasil, 27. agosto 2020.- En plena misa en vivo un sacerdote brasileño incendió las redes por un duro comentario contra los católicos que no acuden a la iglesia.
En la grabación del vídeo se observa al padre Antônio Firmino Lopes Lana, de la parroquia de Sao Batista, argumentando que las personas que no pertenecen al grupo de riesgo no deben faltar a la ceremonia religiosa.
El malestar con los jóvenes que se ausentan fue tal que llegó a desearles la muerte.”Vamos viendo quién realmente ama la eucaristía. Porque hay algunos católicos, graciosos, que tienen salud, tienen todo y dicen: ‘Yo solo voy a la iglesia cuando haya una vacuna’.
Espero que no haya vacuna para estas personas, o que mueran antes de que llegue la vacuna, ¿no?'”, afirmó el párroco durante la misa. “Porque hay personas que no tienen ningún problema, que no están en el grupo de riesgo. Eso significa que esas personas no tienen fe” continuó.
El vídeo se “viralizó” por las redes sociales, levantando una enorme oleada de críticas hacia Firmino. “¿Participar en una misa en la que el sacerdote desea la muerte de las personas durante el distanciamiento social? ¡Fuera! ¡Querido sacerdote, son miles de muertos en Brasil y millones en el mundo!”, comentó una mujer en la página de Facebook de la iglesia. “¿Cómo se puede realizar una misa deseando la muerte? ¡Es absurdo!”, afirmó otra.
Al ver estas reacciones, el sacerdote grabó un vídeo pidiendo disculpas por su “infeliz comentario” y aseguró que “aquellos que me conocen saben que defiende la vida”. “Rezad por mí, yo soy débil también. Yo soy pecador, tengo mis miserias y preciso de misericordia”, concluyó.
Las desafortunadas palabras de Firmino llegan en un momento muy delicado para Brasil, que en las últimas 24 horas ha registrado 47.134 nuevos contagios de COVID-19 y 1.271 muertes, según ha informado el Ministerio de Sanidad. De esta forma, la cifra total de infecciones es de 3.669.995 millones, mientras que suma 116.580 decesos desde que se registró el primer caso de coronavirus el 26 de febrero.
Estas cifras confirman a Brasil, con sus 210 millones de habitantes, como el segundo país con más víctimas y casos de COVID-19 en el mundo, tan sólo superado por los Estados Unidos, y como uno de los epicentros globales de la pandemia.