Adiós 2022 .

 

** Alguien como tú .

/ Gladys de L. Pérez Maldonado . /

Al concluir cada año calendario, aunque todo se torna en fiesta y celebraciones -para algunas personas- en momentos de introspectiva, inevitablemente hacemos un recuento de lo hecho, de lo logrado y de lo que por razones diversas, simplemente no estuvo a nuestro alcance. Recordamos las pérdidas y los daños sufridos que no pudimos evitar.

Durante este año 2022, a nivel internacional, hemos sido testigos de la continuación de una guerra inacaba entre los países de Ucrania y Rusia, muchas mujeres, hombres, niños, niñas, adolescentes han muerto, han sido separados de sus familias, ante la indiferencia del mundo, que quizás en nuestro caso por la lejanía geográfica ni siquiera es tema de conversación en los comederos, eso no dista de que hay personas en algún lugar que son vulneradas en sus derechos humanos.

¿Qué decir de lo que sucede en Afganistán con las mujeres y las niñas? Que a partir que el régimen Talibán entró en control total de ese país en agosto de 2021, este sector de la población ha resentido el  menoscabo de sus derechos humanos, les han restringido la libertad de circulación, las han excluido de la mayor parte de la población activa, tienen prohibido utilizar parques, gimnasios y baños públicos, lo último ha sido la prohibición a las niñas de asistir a la escuela secundaria y a las más grandes en edad de realizar estudios universitarios, además del uso obligatorio del “chadari” la vestimenta azul que cubre todo el cuerpo y que deja un rectángulo de malla delante de los ojos…todo con apego a los derechos definidos para ellas por la Ley Islámica. ¡Cuanta discriminación! Sin embargo, tampoco se escuchan comentarios al respecto en gran sector de nuestra población mexicana, pues como eso sucede a miles de kilómetros de distancia de nuestro país, deja de ser relevante…

Un ejemplo reciente a nivel mundial de la flagrante violación a los derechos humanos de algunas personas pertenecientes a grupos de atención prioritaria fue el trato discriminatorio a las personas de la diversidad sexual y a las mujeres árbitras de futbol en el reciente mundial de futbol celebrado en Qatar.

Qatar es uno de los setenta países en el mundo donde están criminalizadas las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, en pocas palabras los actos homosexuales son contrarios a la ley porque se consideran inmorales según la ley sharia islámica. En ese sentido el uso de brazaletes o símbolos LGTB+ durante el mundial de futbol despertaron incertidumbre de cuáles serían las sanciones por parte de la autoridad qatarí, por lo que fue prohibido a las selecciones europeas usar cualquier símbolo en apoyo a los grupos de la diversidad sexual y aun así hubo aficionados y un comentarista deportivo de nacionalidad estadounidense detenidos por ese motivo y liberados sin sanción alguna…menos mal.

De las seis mujeres árbitras que llegaron a Qatar para desempeñarse como tal, únicamente tres de ellas, la francesa Stephanie Frapptar, la brasileña Neuza Back y la mexicana Karen Díaz Medina, arbitraron un único encuentro entre Costa Rica y Alemania, de sesenta y cuatro partidos que se llevaron a cabo. Claro hubo presión mediática a la FIFA para que dejaran participar a las féminas, aún y cuando el gobierno Qatarí no lo viera con buenos ojos, contrario a lo que se había comprometido al momento de haber sido elegido como anfitrión de ese gran evento del balompié mundial en el sentido de respetar libertades y derechos de las y los asistentes extranjeros.

Una de las conductas más graves de violencia en contra de la mujer, es cuando se le priva de la vida por el solo hecho de serlo, atentando contra su dignidad en la comisión del hecho delictivo, violarla sexualmente, golpearla, apuñalarla o ahorcarla hasta el último suspiro, desollarla y botar su cuerpo desnudo en un lugar público, a eso se le llama Feminicidio.

En México, aunque más de 10 mujeres son asesinadas diariamente en nuestro país, apenas el 24% de los casos son investigados como feminicidios. De acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública -disponible en www.gob.mx/sesnsp – durante los primeros diez meses de este año 2022 se han registrado 3 mil 155 asesinatos de mujeres, no obstante, en su gran mayoría han sido abordados como homicidios dolosos en las indagaciones.

De esa manera, únicamente se han registrado 777 muertes de mujeres tipificadas como feminicidios, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, esto significa la comisión de casi dos feminicidios cada día, cabe decir que no todos los expedientes han llegado a concluir en sentencia aún, por lo que estado que guarda es de “presunto feminicidio”.

En ese mismo lapso, las cifras del Secretariado Ejecutivo mencionan al Estado de México en el puntero de mayor incidencia delictiva de feminicidios con 120, siguiendo en la lista Nuevo León con 81, Veracruz con 60, Ciudad de México con 56, Chiapas y Oaxaca con 38 cada uno.

Debe decirse que estos son datos oficiales, sin embargo, hay organizaciones no gubernamentales que realizan censos al respecto y varían a la alza en sus estadísticas, seguramente por la distinción que hace la autoridad judicial al momento de tipificar la muerte de una mujer -sin perspectiva de género- como homicidio doloso preferentemente al de feminicidio.

Ciertamente, la comisión de conductas violentas en la sociedad incide en el ánimo de las mujeres y “para muestra un botón”, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del tercer trimestre de 2022, publicada el 18 de octubre pasado (la próxima se dará a conocer el 19 de enero de 2023), realizada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) durante septiembre de esta anualidad -consultable en www.inegi.org.mx –  70.5 % de las mujeres y 52.2 % de los hombres consideraron que es inseguro vivir en su ciudad.

Podríamos seguir mencionando, infinidad de eventos y cifras relacionadas con la vulneración de los derechos humanos de las personas y en especial de las mujeres, empero, la intención de esta última edición de Alguien como tú de 2022, es señalar algunos spots rojos de alerta social, que en la medida de lo posible nos hagan sensibles de lo que sucede fuera de nuestro círculo de confort, aún a la lejanía geográfica.

Ninguna trinchera es pequeña para actuar y desde aquí, si Dios nos lo permite, seguiremos actuando a favor de los grupos de atención prioritaria, en pro de una sociedad menos egoísta y más solidaria con las demás personas.

Que el año 2023 nos traiga cordura e inteligencia para que mujeres y hombres alcancemos el verdadero bienestar social…