Nahle y Bartlett, el dueto del terror

Lourdes Mendoza

¿Otra oportunidad perdida? La historia del Nuevo Aeropuertopodría repetirse ahora con el ducto marino. Pareciera que al gobierno de AMLO ya le gustó eso de tirar dinero y grandes obras de infraestructura a la basura por oscuras razones políticas. Resulta que el ducto marino que conecta al sur de Texas con Tuxpan –el cual permitiría incrementar en 40 por ciento la importación de ese hidrocarburo y contribuiría a resolver, entre otros problemas, el desabasto de gas natural que ha provocado apagones en la Península de Yucatán– ya está listo, pero la CFE no ha dado su visto bueno para que entre en operación.

Así como lo oye. Ante la solicitud de autorización para iniciar operaciones de la empresa encargada de construirlo, la CFE de Manuel Bartlett respondió emplazándolos a arbitraje por considerar injustas algunas cláusulas del contrato firmado por la propia CFE. Las preguntas obvias son: ¿Dónde quedó el compromiso del gobierno de respetar los contratos y el Estado de derecho? ¿Con qué propósito se frena la entrada en operación de infraestructura esencial para llevar gas al centro y sur del país? ¿Cómo entender que el mismo gobierno que critica a las empresas por no concluir a tiempo los proyectos, frene deliberadamente su entrada en operación?

Habrase visto, hemos pasado del dueto maravilla conformado por Froylán Gracia y Henríquez Autrey, en Pemex con EPN, al dueto del terror de Nahle y Bartlett; la primera, con sus ocurrencias en el sector, como la de la refinería de Dos Bocas, acabará con la calificación crediticia del país, léase el grado de inversión, y Bartlett, de seguir por este camino sin luz, con la competitividad de los empresarios mexicanos, que ayer por primera vez los de CCE salieron con un comunicado público manifestando su rechazo a esta medida –como un día antes ya lo había hecho el embajador de Canadá en México.