Al CEM le ‘extraña’ que el gobierno de Sheinbaum celebre disminución de homicidios dolosos y oculte cifra de desaparecidos

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13.03.2025 Ciudad de México.- La Iglesia hizo un llamado al gobierno de México a romper las alianzas que pudieran existir de funcionarios con grupos de la delincuencia organizada ante el horror hallado en el rancho de Teuchitlán, en Jalisco.

“Señalamos que estos hallazgos ponen en evidencia la omisión irresponsable de autoridades gubernamentales de los tres niveles ante uno de los problemas más críticos que enfrenta el país: la desaparición de personas. Esta realidad exige una respuesta inmediata, contundente y coordinada del Estado mexicano”, señaló la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en sus redes.

Con un comunicado, el Episcopado se pronunció respecto al reciente hallazgo de  evidencias como de restos óseos calcinados,  400 zapatos, y artículos personales de mayormente jóvenes al interior del rancho Izaguirre, que desde septiembre del año pasado  y en 2029 había sido asegurado por la Guardia Nacional y supuestamente la Fiscalía General de Jalisco.

El Episcopado Mexicano condenó el descubrimiento del campo de entrenamiento y exterminio del crimen organizado en Teuchitlán, Jalisco, por lo que llamó a investigar exhaustivamente los hechos con transparencia y eficacia, y que no evada su responsabilidad o se intente ocultar esta realidad.

“La Conferencia del Episcopado Mexicano expresa su profunda indignación y dolor ante el reciente descubrimiento de un campo de entrenamiento y exterminio del crimen organizado en el rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco”.

Al CEM le ‘extraña’ que el gobierno de Sheinbaum celebre la disminución de homicidios dolosos, pero oculte la cifra de desaparecidos en el país.

“Manifestamos nuestro extrañamiento porque, mientras se presume que bajan un 15 por ciento los asesinatos dolosos, se trata de ocultar que crecen un 40 por ciento las desapariciones.  Desafortunadamente la mayor parte de estas víctimas son nuestros jóvenes”.

Los obispos del País reiteran

“La Iglesia Católica en México renueva su compromiso de ser voz de los que no tienen voz y de colaborar incansablemente en la construcción de un país donde prevalezca la justicia, la verdad y el respeto irrestricto a la dignidad humana.”