*El último de los múltiples premios que recibió a lo largo de su trayectoria, fue el Nacional de Artes y Literatura 2020, en el campo de la Historia, Ciencias Sociales y Filosofía
*“Las universidades públicas son el pilar de nuestra cultura, de nuestra ciencia y de nuestras artes”, declaró al recibir el máximo galardón de la Universidad Veracruzana.
David Sandoval Rodríguez
17/10/2021, Xalapa, Ver.– El viernes 15 de octubre, a la edad de 85 años falleció en la Ciudad de México el historiador Alfredo López Austin, dejando tras de sí un legado intelectual que formó a generaciones de estudiantes y estudiosos de la cultura prehispánica para quienes se convirtió en un referente nacional desde hace décadas, a la altura de Miguel León Portilla y Eduardo Matos Moctezuma, colegas y amigos personales.
López Austin nació el 12 de marzo de 1936 en Ciudad Juárez, Chihuahua y su interés por mesoamérica se evidencia desde su trabajo de tesis de licenciatura en Derecho con el título La Constitución Real de México Tenochtitlán en 1961, con la que obtuvo el grado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A esta obra le seguirían decenas de publicaciones entre artículos, capítulos de libros, libros y cargos como coordinador o editor de varias obras tales como Hombre-Dios (1973), Cuerpo humano e ideología (1980), Los mitos del tlacuache (1990), Tamoanchan y Tlalocan (1994) y Monte sagrado–Templo Mayor (2009) con Leonardo López Luján, entre los más leídos.
Su corpus teórico analiza las concepciones cosmológicas de las culturas mesoamericanas, en particular los nahuas, y configuran lo que el académico e investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y de la UNAM definió como el “núcleo duro” de la tradición mesoamericana: las relaciones entre divinidades y seres humanos, la referencia al cuerpo humano para analizar las relaciones en el cosmos y el referente agrícola en torno al complejo del maíz como base de la concepción de los ciclos cósmicos-ciclos anímicos de las fuerzas de la fertilidad.
Reconocimientos a su erudición y postura crítica
En enero de 2015 el Consejo Universitario General (CUG) de la Universidad Veracruzana (UV) votó por unanimidad otorgarle el Doctorado Honoris Causa, a propuesta del cuerpo de investigadores del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), cuya ceremonia de entrega ocurrió en la XXII Feria Internacional del Libro Universitario (FILU).
En su mensaje de agradecimiento, el profesor del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, expresó que hace más de 50 años, en la búsqueda de su vocación académica, a sus maestros historiadores tuvo que sumar antropólogos, como el veracruzano Roberto Williams García.
“Hoy quiero recordarlo, y con su memoria formar una vez más mi propia imagen de Xalapa, porque las ciudades tienen también paisajes internos, íntimos; y así, junto a sus callejones reflejados en la lluvia, sus flores, el Parque Juárez, su música, sus mercados, la Universidad, Los Berros, las fachadas neoclásicas y la incomparable cocina veracruzana, se mezclan palabras y rostros de viejos amigos –Roberto, Carlo Antonio Castro, Félix (Báez-Jorge), muchos más–, de cuya amplia cultura tanto he aprendido.”
López Austin enfatizó en la ceremonia que “en México, las universidades públicas son el pilar de nuestra cultura, de nuestra ciencia y de nuestras artes” y por ello consideró que “otro gozo, el mayor de todos, es el origen de este reconocimiento, pues me lo otorga una universidad pública”.
El también consejero de los zapatistas y de los pueblos originarios que participaron en los Diálogos de San Andrés de 1995 a 1996 era abierto a expresar su opinión por lo que entre sus últimas declaraciones públicas, previo a recibir el Premio Nacional de Artes y Literatura 2020, en el campo de la Historia, Ciencias Sociales y Filosofía que otorga el Gobierno Federal, remarcó que “ahora y siempre, la historia científica nos da los elementos básicos para entender lo que somos y, en consecuencia, para obrar lógicamente ante el futuro que se nos enfrenta. Es algo muy lejano a la historia de bronce”.
Galardonado en 2017 con el IV Premio Internacional de Ensayo “Pedro Henríquez Ureña” de la Academia Mexicana de la Lengua, el discurso de premiación lo definió como un “formador de varias generaciones de mesoamericanistas, creador de una cosmovisión singular. Su obra desencadena una incesante renovación de las formas literarias del ensayo al armonizar las diversas tradiciones que confluyen en la cultura moderna mexicana e hispanoamericana. De ahí que haya sido capaz de inspirar con sus investigaciones históricas y antropológicas a numerosos autores y lectores dentro y fuera de México”.
Entre los diversos reconocimientos y galardones recibidos por López Austin se encuentran el Premio Universidad Nacional en el área de Investigación en Ciencias Sociales otorgado por la UNAM en 1993; el Ichiko Prize for Cultural Studies, Institute for Intercultural & Transdisciplinary Studies en Japón (1993); la medalla y diploma del Senado de la Universidad de Varsovia, Polonia (2008); los premios “Linda Schele” por contribuciones sobresalientes acerca del arte y la cultura Mesoamericanos de la Universidad de Texas en Austin (2011); la medalla “H.B. Nicholson” de la Universidad de Harvard a la excelencia en estudios mesoamericanos (2011); el reconocimiento dela Université de Bretagne Occidentale de Francia (2011); The Tlamatini Award de la Art History Society y la California State University de Estados Unidos (2012).